"No entiendo las críticas de parte de quien no ha visto ni siquiera el filme", dijo el director.
El director de cine Ron Howard aseguró hoy que el Estado Vaticano no sólo se negó a darle los permisos para rodar en su interior "Ángeles y demonios", sino que "presionó a otros organismos" para que no les permitieran hacerlo en la ciudad de Roma.
En una rueda de prensa celebrada hoy, antes del estreno mundial de la película, que tendrá lugar mañana en la capital italiana, el director estadounidense dijo no sentirse sorprendido de lo que ha sucedido porque "ya con "El código Da Vinci" hubo controversia", informan medios locales.
Por esa razón, para el rodaje de esta película, protagonizada de nuevo por Tom Hanks en el papel del profesor de simbología de la Universidad de Harvard, Robert Langdon, y cuya acción se sitúa temporalmente antes de la de "El código Da Vinci", no se pidió colaboración al Vaticano.
Sin embargo, explicó que no esperaba tener problemas para rodar en lugares profanos de Roma.
"Nos explicaron que esta actitud era debida a las presiones hechas desde el Vaticano", puntualizó Howard, para quien el equipo de la película podría haber "contestado" a estos obstáculos", pero que prefirió resolverlo "de otra forma", es decir, reproduciendo virtualmente los lugares en los que no se pudo grabar.
"Hemos pedido al clero que asistiera a la proyección de la película, cosa que nos ha sido rechazada. No entiendo las críticas de parte de quien no ha visto ni siquiera el filme", apuntó Howard.
Ante la pregunta de si esta polémica será beneficiosa para la recaudación de la película, el realizador dijo que no sabe si la reacción del Vaticano será para bien o para mal, pero que ese "nunca" fue su objetivo, ya que, en su opinión, el film cuenta "una historia que va más allá de la religión".
También el actor Tom Hanks habló sobre este particular e indicó que no cree que "ninguna fe se haya destruido" después del estreno de "El código Da Vinci" y que "la gente va a la iglesia como antes".
Por su parte, el autor del libro en el que se inspira la película, Dan Brown, subrayó que los cambios que se hicieron al argumento del libro para su adaptación cinematográfica sólo sirvieron para "hacer el film más veloz" y no "por motivos éticos o religiosos"
Asimismo, Brown desveló que su nueva novela, que llevará el nombre de "The lost symbol" ("El símbolo perdido") y que tendrá de nuevo como personaje principal a Langdon, "se desarrollará en el arco de 12 horas".
Y agregó que, cuando llegue a las manos de Ron Howard, "será grandioso", dando por sentado así que el director norteamericano se encargará de su adaptación al cine.
-EFE-
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