El actor de 54 años, aseguró que es de "estúpidos" malinterpretar el comentario que hizo en los Óscar sobre el estatus migratorio en EE.UU. de Alejandro González Iñárritu, que fue criticada por insensible e inapropiada.
Sean Penn se encargó de desvelar el ganador de la estatuilla de mejor película en la ceremonia del pasado 22 de febrero, un premio que fue para su amigo Alejandro González Iñárritu por "Birdman", y justo antes de anunciar su triunfo el actor preguntó en voz alta y con media sonrisa quién le había dado la tarjeta verde ("green card") a ese "hijo de perra".
Sus palabras, que fueron calificadas minutos después por el director mexicano como de "broma", indignaron a parte de la audiencia y a miembros de la comunidad latina en EE.UU.
"(Quería) hacerle saber de forma privada que había ganado antes de que el resto del auditorio lo supiera, y él se dio cuenta, porque nuestra relación viene de atrás. Así que (lo que se diga) me importa una mierda", manifestó Penn, que atendió a la prensa en Los Ángeles para presentar su nueva película, "The Gunman".
Para el protagonista de "Mystic River", los que se ofendieron "podrían ser un poquito más alegres" y evitar pensamientos que a su juicio son "fundamentalistas", que conducen a perder el sentido de la ironía, hacia la "autocensura" y a que uno se convierta en un "individuo estúpido".
"Es realmente una cosa muy estúpida cuando reconoces que tienes un problema de diversidad y no te das cuentas de la ironía de que no logras grandes películas como 'Birdman' si no fomentas la diversidad en esta cultura", manifestó el actor, que dijo haber disfrutado mucho de México durante su vida.
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