De acuerdo con los estudios, cuando una persona termina la secundaria, suele tener 50% más ingreso que otra que no haya concluido y la pobreza disminuye en 22%.
La gran mayoría de los niños trabajadores se ubican en las zonas rurales:
El 32.2% de los niños en Junín, el 69.3% en la región Huancavelica y el 47.5% en la región Pasco, son sometidos a trabajo infantil.
Los niños que laboran en estas actividades no cumplen con un adecuado desarrollo educacional pues en época de siembra y cosecha, son retirados de los colegios para apoyar en el campo, y una vez que regresan a los centros educativos ya les es difícil alcanzar el nivel de sus compañeros y por ende terminan abandonando sus estudios, muchos a duras penas acaban la primaria reduciendo sus posibilidades de desarrollo personal.
Los niños mejor preparados obtendrán mejores remuneraciones en un futuro.
¿Por qué deben priorizar el tiempo para estudiar? ¿Cómo mejorar esta situación?
• Muchas comunidades todavía manifiestan características machistas, ya que prefieren mandar a los hijos varones al colegio y a las mujeres dejarlas en casa ayudando a las labores del hogar.
• Según estudios, del total de niños, niñas y adolescentes peruanos entre los 6 y 16 años de edad que trabaja, el 43.7% acumula en promedio 3 años de retraso escolar en comparación con los niños que no laboran; por lo tanto el trabajo infantil sí interfiere con la asistencia escolar y con la culminación oportuna de los estudios.
• La realidad muestra que la juventud peruana enfrenta dificultades para lograr una trayectoria laboral positiva, muchas veces debido al trabajo infantil, lo cual condiciona la permanencia de los chicos en la escuela.
“Es necesario darnos cuenta y hacer entender a los padres y a los mismos niños y adolescentes que es necesario que prioricen su tiempo a estudiar porque así van a desarrollar habilidades y serán mejores profesionales a futuro. Debemos promover el debate y reconocer qué actividades afectan a los niños e implican riesgo no solo para su salud sino también para su educación”, dijo Maró Guerrero Aguirre, antropóloga y coordinadora del Proyecto “Semilla”.
Asimismo indicó que a través del Proyecto Semilla y el trabajo articulado que realizan con el Ministerio de Trabajo y Educación, no solo buscan que los niños le dediquen más tiempo al estudio, sino que además su propuesta implica nivelar a aquellos niños y adolescentes que se mantuvieron fuera de la escuela, además de impulsar políticas y capacitar a funcionarios.
“Es necesario que todos se informen sobre qué es trabajo infantil y lo necesario e importante que es que los niños, niñas y adolescentes le dediquen su tiempo a estudiar y capacitarse, no solo para lograr un mejor futuro sino para tener claridad sobre qué es ayuda y qué cosa es trabajo infantil en las zonas rurales”, puntualizó.
Comparte esta noticia