El visitante podrá encontrar en este lugar, huacos de la cultura Nazca, Chavín Wari, Recuay hasta Inca.
El Museo Cassinelli se encuentra debajo de un grifo en el óvalo Víctor Raúl, exactamente en la avenida Nicolás de Piérola 607 en la ciudad de Trujillo (La Libertad). Y aunque pocos hayan oído hablar de este espacio dedicado a la cultura, hoy se erige como uno de los grandes atractivos turísticos de la región.
Al ingresar a este recinto, José Luis Cassinelli Mazzei esboza una sonrisa. Y es que le emociona saber que hay gente que aprecia las más de 6 mil piezas que ha podido coleccionar en más de 60 años de vida.
Don José cuenta, que luego de una conversación con su padre, un italiano afincado en esta ciudad, decidió compilar objetos de mucho valor.
Relató que a los seis años fue llevado a Chan Chan por su padre, quien le comentó “que un pueblo que tenía esa cultura y su recuerdo, era digno de aprecio y admiración”. Camino a casa y mirando nuevamente a su hijo, le dijo lo siguiente: “tu país, es un gran país, porque ha sido asiento de grandes culturas, probablemente más importantes que otras culturas de América y del mundo”.
Al rescate de la cultura
Ahora con las arrugas visibles, el dueño de este museo, señala que cuando empezaron a llegar algunos huaqueros a Trujillo, solo atinó a comprar estas piezas con la intención de que otras personas no lucren con ellas.
Poco a poco se convirtió en un celoso guardián de la cultura peruana, y no solo por la Mochica o Chimú que existen en esta región, sino por todas las existentes en el territorio nacional, ya que en esta colección, podemos encontrar huacos de las culturas Nazca, Chavín Wari, Recuay hasta Inca.
También sobresale la cerámica Mochica, cultura arraigada en esta parte del Perú con imágenes graficas de la vida diaria, la gente, los animales y deidades antropomorfas; además del perro viringo o calato como comúnmente se lo conoce.
Basta ver los huacos retratos para preguntarnos ¿así fueron nuestros antepasados?, o si giras a tu costado y encuentras cerámicas con rostros de personas con rasgos orientales o de tez morena y decir ¿cómo se conocieron?, ¿hubo algún intercambio comercial entre pueblos? y si así fue ¿cómo se realizó? preguntas que le tendrán que hacer a Don José o a un guía cuando se den su vuelta por este museo que guarda el mayor número de piezas arqueológicas en el Perú.
Si alguien se anima a visitarlo solo tienen que acudir a la avenida Nicolás de Piérola 601 o preguntar por el grifo Cassinelli que queda en el ovalo Víctor Raúl y ahí estará José Luis Cassinelli Mazzei, que los atenderá con la amabilidad que lo caracteriza.
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