La Fiscalía investiga la supuesta existencia de operaciones policiales ejecutadas en Lima y provincias entre 2012 y 2015 para asesinar a delincuentes.
Un comandante de la Policía Nacional del Perú (PNP) y otros miembros de la institución fueron involucrados en un caso de ejecuciones extrajudiciales en Lima y provincias entre 2012 y 2015. Los acusados serían los presuntos responsables de haber asesinado a 27 delincuentes en operaciones policiales.
Grupo delictivo. Un sujeto, que prefirió el anonimato por miedo, reveló la existencia de un grupo delictivo que habría actuado durante esos tres años y en los que se produjeron las presuntas ejecuciones extrajudiciales. “Tengo miedo que atenten contra mi persona, porque estoy siendo víctima de seguimientos. Me siento arrepentido de todo esto”, confesó.
Involucran a comandante PNP. Aseguró haber sido parte de ese grupo de civiles y policías que, pagados supuestamente por el comandante PNP Raúl Prado Ravines, reclutaba, engañaba e incentivaba a delincuentes para “centrar” a delincuentes mediante engaños, haciéndolos creer que participarían en asaltos a empresarios y entidades bancarias. “El (Raúl Prado) lo sabía todo. Él nos captaba a nosotros para poder llevar a personas que tengan antecedentes penales y policiales para poder hacer este tipo de trabajos. Engañar a los supuestos delincuentes y hacerles creer que hay un empresario, banco para poder asaltar. Todo estaba formado por él”, expresó.
¿Falsos operativos? Señaló que estos informantes posteriormente filtraban la información al equipo especial de inteligencia que, luego, enviaba efectivos que llegaban donde los delincuentes eran sorprendidos y asesinados. “No pensaba que iba a haber tantas muertes, como también de gente inocente. Somos seres humanos y morir de esa forma… cobardemente acribillado por la Policía, no es bueno (...). Se rendían y los policías los mataba sin piedad alguna", contó.
¿Buscaban ascensos y dinero? El testigo dijo también que el comandante PNP Enrique Prado Ravines intervenía abortando el presunto delito y lo presentaba como una gesta de la inteligencia policial, lo que le servía para lograr ascensos para él y su gente cercana, hacer un uso indebido de las partidas de dinero de inteligencia de la Policía y quedarse con una parte de él. “El comandante Prado ganaba su ascenso, felicitaciones por parte de sus altos jefes y nosotros ganábamos el dinero que nos pagaban”, relató el testigo, que actualmente viene colaborando con el Ministerio Público por este caso.
Se defiende. Al ser consultado al respecto, el comandante Prado Ravines se negó a brindar declaraciones, pero su abogado Isaac Nonalaya negó todas las imputaciones. "Por mi patrocinado contesto que es absurdo, no es verdad, no es cierto, y emplazo a cualquier persona a que demuestre lo contrario con medios probatorios idóneos", dijo a Cuarto Poder.
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