Investigadora del IEP, señala que esta debe ser dinámica y de acuerdo a la realidad de cada región que motive a los jóvenes, en especial los que trabajan. a continuar sus estudios.
Las investigaciones señalan que son las zonas rurales donde ocurren los mayores índices de deserción escolar, especialmente en el nivel secundario. Patrones culturales, la economía familiar y un bajo incentivo de los servicios educativos son la principal causa para que los jóvenes rurales dejen las escuelas.
Para la Antropóloga Patricia Ames, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos, se necesita mayor voluntad política, que permita el desarrollo de las zonas rurales y que garantice que los niños y jóvenes accedan y culminen de manera oportuna de la educación básica regular.
“Necesitamos asegurar que las escuelas, en particular del nivel secundario estén cerca de los chicos y que la calidad de la educación sea contextualizada a cada lugar, que no sea netamente memorística, de manera que enganche a los jóvenes, que los incentive a seguir estudiando", expresó.
Refirió que si bien existen patrones culturales que influyen en la asistencia a clases, no es del todo mala. “Los estudios refieren que los padres de las zonas rurales desean que sus hijos vayan a la escuela y culminen sus estudios, el problema es que no tienen los recursos para enviarlos y alimentarlos a la vez, por eso se necesita programas que ayuden a este sector de la población a fin de garantizar la asistencia a clases de los chicos” explicó.
Ames señalo que desarrollar las zonas rurales requiere de un trabajo intersectorial. “Un solo ministerio no lo va a lograr por sí solo, se necesita la intervención de otros sectores para que las zonas rurales despeguen y logren su desarrollo” finalizó.
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