Una encuesta mundial de la ONU sobre discapacidad y desastres señala a este colectivo como los más vulnerables en caso de catástrofe.
Cerca de 1.000 millones de personas en el mundo viven con algún tipo de discapacidad, lo que supone el 15 % de la población del planeta, según los resultados de una encuesta mundial de la ONU sobre discapacidad y desastres que señala a este colectivo como los más vulnerables en caso de catástrofe.
Con esta encuesta, realizada entre 5.450 personas con algún tipo de discapacidad por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), se pretende llamar la atención sobre este problema de cara al Día Internacional para la Reducción de Desastres, el próximo 13 de octubre.
"La supervivencia de las personas con discapacidad depende a menudo de la amabilidad de familiares, amigos y vecinos, ya que son ignorados en el proceso de planificación oficial en la mayoría de las situaciones", explicó hoy en rueda de prensa la directora de esta oficina, Elizabeth Longworth.
Este estudio revela que el 71 % de las personas con discapacidad no tiene ningún plan personal de preparación para posibles desastres; sólo el 31 % tiene algún amigo o familiar que le ayude; mientras que el 13 % se encontraría solo en caso de catástrofe.
"Incluso si los países tienen un plan de gestión de desastres, definitivamente no lo comunican a estas personas, y estos planes no sirven de nada si la población no los conoce", precisó Longworth, quien lamentó que muchas veces las personas son "invisibles" en caso de desastre.
Según el estudio, con un plan efectivo de gestión de desastres se podría evacuar en caso de emergencia al doble de personas con discapacidad, al pasar del 20 % al 38 %, lo que pone de manifiesto la importancia de que los países posean un buen sistema de alerta temprana para poder llegar a todos los miembros de la comunidad.
Los datos muestran que solo el 17 % de los encuestados tenía noticias de que existiera un plan de gestión de desastres en su localidad y sólo el 14 % afirmó haber sido consultado al respecto.
Además, el 50 % expresó su deseo de participar en la gestión comunitaria de desastres.
Los cinco principales tipos de desastres a los que se enfrentaron los encuestados fueron inundaciones, que afectaron al 54 %; clima extremo, vivido por el 40 %; tornados sufridos por un 39 %; sequías que afectaron a un 37 %; y terremotos, con un 27 % de damnificados.
Un alto porcentaje de encuestados presentan en mayor o menor grado dificultades para oír (39 %) o ver (54 %), para caminar o subir escalones (68 %) y algún tipo de problema para comunicarse (45 %) por lo que existe la necesidad de adecuar los procesos de evacuación y su posterior difusión a estas circunstancias.
EFE
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