El papa despegó en un helicóptero desde el helipuerto del Vaticano al promediar las 17:07 horas local, mientras las campanas de Roma empezaban a sonar.
En una salida nunca antes vista en la historia de la Iglesia católica, el papa Benedicto XVI abandonó
el Palacio Apostólico acompañado de su secretario y prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, su otro secretario Alfred Xuereb, monseñor Leonardo Sapienza; y su médico particular, Patrizio Polisca.
Fue despedido por un piquete de la Guardia Suiza, representantes de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, otros cardenales, arzobispos, sacerdotes, religiosas y numerosos laicos.
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