En tan solo una semana el número de casos por este virus detectados creció de los 693 a los 1.118, que es el mayor registro en una tercera semana de agosto desde que se halló el virus en 1999.
"El número de casos del virus del Nilo Occidental en personas ha aumentado considerablemente en las últimas semanas e indica que nos encontramos en uno de los mayores brotes del virus que se ha vivido en este país", advirtió en una conferencia telefónica el director de infecciones de CDC, Lyle Petersen.
En tan solo una semana el número de casos por este virus detectados creció de los 693 a los 1.118, que es el mayor registro en una tercera semana de agosto desde que se halló el virus en 1999.
Mientras que las defunciones por esa causa pasó de los 26 a los 41.
Hasta ahora, durante este año, 47 de los 50 estados del país han informado de infecciones de este virus en personas, pájaros o mosquitos, aunque la incidencia es especialmente grave en el sur de Estados Unidos.
Tres de cada cuatro casos registrados en la última semana se concentraron en cinco estados sureños: Misisipi, Luisiana, Dakota del Sur, Oklahoma y especialmente Texas, el más afectado.
Hasta el martes ya se habían registrado 21 muertos y 586 casos en Texas, según las autoridades locales, y la semana pasada Mike Rawlings, el alcalde de Dallas, una de las mayores ciudades del estado, firmó una declaración de emergencia debido a la propagación del virus.
De los 1.118 casos de la última semana, el 56 % sufren síntomas clasificados como inflamación del cerebro o los tejidos circundantes, lo que se suele manifestar como encefalitis o meningitis.
Las autoridades recordaron que cerca de una de cada 150 personas infectadas por este virus contrae la enfermedad de forma grave.
El resto puede presentar síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores corporales, dolores en las articulaciones, vómitos, diarrea o erupciones cutáneas.
Las personas con mayor riego son aquellas que superan los 50 años de edad y quienes hayan sufrido enfermedades como el cáncer, la diabetes o enfermedades renales, así como aquellos que se hayan sometido a trasplantes de órganos.
Pese a ello, la mayoría de gente que contrae el virus a través de una picadura de mosquito no es consciente de tenerlo, ya que en el 80 % de los casos no sufren síntomas.
Las fuentes de contagio básicas del virus, que llegó a EE.UU. de África en 1999, son las picadura de mosquitos infectados y, en casos excepcionales, a través de transfusiones y trasplantes. Nunca por contacto directo.
EFE
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