Según la abogada estadounidense María Blanco, en estas ciudades hay una masiva presencia de inmigrantes indocumentados que viven "sin posibilidad de legalización".
La abogada estadounidense de origen mexicano María Blanco, defensora de los derechos de los inmigrantes, alertó hoy sobre la situación "explosiva" de algunas ciudades de EE.UU. y sus problemas por la masiva presencia de inmigrantes indocumentados que viven "sin posibilidad de legalización".
Blanco está en Madrid para participar mañana en la cuarta edición del Festival VivAmérica, organizado por la Casa América y que se celebra hasta el 10 de octubre en la capital española.
En una entrevista con Efe, Blanco opinó que "quizás" sean las propias ciudades las que a nivel local -y no federal- comiencen a elaborar determinadas leyes "buenas" para poner fin a la situación.
Según datos aportados por Blanco, se calcula que once millones de inmigrantes indocumentados viven en EE.UU., de los que más de un millón son niños. Un 35 por ciento lleva viviendo en el país más de trece años y otro 30 por ciento, al menos diecinueve años.
María Blanco, directora ejecutiva del Earl Warren Institute (Universidad de California), define a los inmigrantes en EE.UU. como una "nueva casta": "Un grupo sin movilidad social, que no tiene los mismos derechos básicos que el resto y que no tiene ninguna oportunidad de cambiar de estatus social".
"Económicamente también están en una categoría muy limitada, sin posibilidades de empleo y de poder cambiarse de tipo de trabajo", matizó la letrada.
Explicó que "no pueden trabajar legalmente, sino con papeles falsos, no pueden comprar casa, ni abrir cuentas bancarias, ni manejar un coche, ni conseguir licencias e, incluso, en algunos estados comienzan a no poder alquilar casas".
"Por una infracción mínima, te pueden deportar, con lo que viven con un constante miedo", añadió.
Para la abogada, las leyes federales y locales en EE.UU., junto a una agresiva política de deportaciones, limitan el trabajo y la vida cotidiana a los emigrantes sin papeles.
"El problema es que realmente hay muy poco que hacer. Fuera de una amnistía o legalización no hay nada que pueda hacer esa persona", agregó.
También habló sobre la controvertida Ley SB1070, que criminaliza la presencia de inmigrantes indocumentados en el estado de Arizona, pese a que en julio una Corte Federal de Phoenix ordenó la suspensión provisional de algunas disposiciones de dicha norma.
En opinión de Blanco, la ley "no sobrevivirá" a la Corte de Apelaciones del Circuito Nueve en San Francisco (California) que la debatirá a partir del mes de noviembre.
"Según vayan apelando el caso, van a seguir perdiendo", pronosticó la abogada, quien, además, hizo referencia al hecho de que la norma obedece a una "cuestión racial".
Para Blanco, leyes como la de Arizona son normas "extremas que en realidad no cumplen una función de inmigración, sino que realmente son políticas", a la vez que señaló que para los políticos que las diseñan y aprueban se han convertido en una "campaña electoral que ayuda a candidatos de derechas a ganar".
No obstante, consideró que la actitud "demagógica y antiinmigrante no sale sólo de los republicanos, sino que también existe entre demócratas".
Pese a que la letrada está convencida de que la Ley Arizona no va a sobrevivir a la Corte de Apelaciones, sí cree que seguirán ocurriendo casos de racismo hacia los inmigrantes.
Así, se refirió al programa "Comunidades Seguras" para identificar y deportar de EE.UU. a los inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales, incluso aquellos que purgan penas en cárceles locales, no sólo federales y estatales como hasta ahora.
Esta iniciativa suscitó rechazó entre las organizaciones latinas, porque, a su juicio, da lugar a abusos y discriminación.
"Lo de Arizona va a ocurrir con o sin la Ley de Arizona", dijo.
Blanco, que formó parte de la campaña electoral de Barack Obama, opinó que los planes del presidente respecto a una futura reforma migratoria pueden realizarse antes de 2012.
No obstante, dijo no tener confianza en una "verdadera reforma migratoria".
Destacó que se tratará de "ajustar un poco las cosas a nivel federal, por ejemplo de forma muy callada poner un alto a ciertas políticas de deportaciones".
EFE
Blanco está en Madrid para participar mañana en la cuarta edición del Festival VivAmérica, organizado por la Casa América y que se celebra hasta el 10 de octubre en la capital española.
En una entrevista con Efe, Blanco opinó que "quizás" sean las propias ciudades las que a nivel local -y no federal- comiencen a elaborar determinadas leyes "buenas" para poner fin a la situación.
Según datos aportados por Blanco, se calcula que once millones de inmigrantes indocumentados viven en EE.UU., de los que más de un millón son niños. Un 35 por ciento lleva viviendo en el país más de trece años y otro 30 por ciento, al menos diecinueve años.
María Blanco, directora ejecutiva del Earl Warren Institute (Universidad de California), define a los inmigrantes en EE.UU. como una "nueva casta": "Un grupo sin movilidad social, que no tiene los mismos derechos básicos que el resto y que no tiene ninguna oportunidad de cambiar de estatus social".
"Económicamente también están en una categoría muy limitada, sin posibilidades de empleo y de poder cambiarse de tipo de trabajo", matizó la letrada.
Explicó que "no pueden trabajar legalmente, sino con papeles falsos, no pueden comprar casa, ni abrir cuentas bancarias, ni manejar un coche, ni conseguir licencias e, incluso, en algunos estados comienzan a no poder alquilar casas".
"Por una infracción mínima, te pueden deportar, con lo que viven con un constante miedo", añadió.
Para la abogada, las leyes federales y locales en EE.UU., junto a una agresiva política de deportaciones, limitan el trabajo y la vida cotidiana a los emigrantes sin papeles.
"El problema es que realmente hay muy poco que hacer. Fuera de una amnistía o legalización no hay nada que pueda hacer esa persona", agregó.
También habló sobre la controvertida Ley SB1070, que criminaliza la presencia de inmigrantes indocumentados en el estado de Arizona, pese a que en julio una Corte Federal de Phoenix ordenó la suspensión provisional de algunas disposiciones de dicha norma.
En opinión de Blanco, la ley "no sobrevivirá" a la Corte de Apelaciones del Circuito Nueve en San Francisco (California) que la debatirá a partir del mes de noviembre.
"Según vayan apelando el caso, van a seguir perdiendo", pronosticó la abogada, quien, además, hizo referencia al hecho de que la norma obedece a una "cuestión racial".
Para Blanco, leyes como la de Arizona son normas "extremas que en realidad no cumplen una función de inmigración, sino que realmente son políticas", a la vez que señaló que para los políticos que las diseñan y aprueban se han convertido en una "campaña electoral que ayuda a candidatos de derechas a ganar".
No obstante, consideró que la actitud "demagógica y antiinmigrante no sale sólo de los republicanos, sino que también existe entre demócratas".
Pese a que la letrada está convencida de que la Ley Arizona no va a sobrevivir a la Corte de Apelaciones, sí cree que seguirán ocurriendo casos de racismo hacia los inmigrantes.
Así, se refirió al programa "Comunidades Seguras" para identificar y deportar de EE.UU. a los inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales, incluso aquellos que purgan penas en cárceles locales, no sólo federales y estatales como hasta ahora.
Esta iniciativa suscitó rechazó entre las organizaciones latinas, porque, a su juicio, da lugar a abusos y discriminación.
"Lo de Arizona va a ocurrir con o sin la Ley de Arizona", dijo.
Blanco, que formó parte de la campaña electoral de Barack Obama, opinó que los planes del presidente respecto a una futura reforma migratoria pueden realizarse antes de 2012.
No obstante, dijo no tener confianza en una "verdadera reforma migratoria".
Destacó que se tratará de "ajustar un poco las cosas a nivel federal, por ejemplo de forma muy callada poner un alto a ciertas políticas de deportaciones".
EFE
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