El Gobierno tailandés anunció la detención de un número indeterminado de manifestantes, sin revelar más detalles por razones de seguridad.
Alrededor de 77 personas resultaron heridas cuando tropas tailandesas cargaron contra los manifestantes antigubernamentales que bloqueaban una intersección de la capital, donde rige el estado de excepción.
Unos 400 soldados emplearon gas lacrimógeno y disparos al aire para dispersar a entre 100 y 300 activistas, que respondieron con tiros y cócteles Molotov e intentaron lanzar neumáticos y un coche en llamas contra los militares, según los servicios de emergencia.
Los hechos ocurrieron en el concurrido cruce de Din Daeng, donde inicialmente las fuerzas de seguridad afirmaron que se habían enfrentado a miles de opositores, mientras el Ejército aseguró que intentó dialogar antes de emplear la fuerza.
Entre los heridos, la mayoría a causa de intoxicación por el gas, se hallan tanto manifestantes como soldados, y al menos cinco se encuentran en estado crítico.
Por otra parte, el Gobierno anunció la detención de un número indeterminado de manifestantes, sin revelar más detalles por razones de seguridad.
La Policía tiene orden de detener a todos los líderes de las protestas, y el principal cabecilla, Arisman Poongruengrong, fue arrestado el domingo por la mañana.
Unos 30.000 activistas repartidos por toda la ciudad siguen bloqueando intersecciones y concentrados delante de delante de edificios oficiales, donde algunos vehículos policiales han sido abandonados.
Varios cientos de manifestantes están formando una cadena humana alrededor del palacio gubernamental para que el Ejército no pueda abortar la manifestación que tienen previsto celebrar esta tarde.
El sàbado por la noche, el Ejecutivo tailandés sacó sus tropas a las calles de Bangkok para hacer cumplir la medida de emergencia decretada un día después de que las protestas obligaran a cancelar una cumbre de líderes asiáticos en Pattaya.
El estado de excepción está en vigor en la capital y cinco provincias de los alrededores.
A lo largo de las últimas horas, unidades de las Fuerzas Armadas han sido desplegadas por toda la zona metropolitana y partes de la periferia, y han cerrado a cal y canta todos los accesos que llevan al Palacio Real.
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