La capital ucraniana sufrió una nueva oleada de ataques rusos con misiles y drones, dejando un saldo de 14 muertos, incluidos tres menores, y daños en la delegación de la UE. Líderes europeos exigen el cese de la agresión, mientras Rusia asegura que solo atacó objetivos militares.
Un ataque nocturno perpetrado por Rusia contra la capital de Ucrania, Kiev, dejó un saldo de 14 civiles muertos, entre ellos tres menores, según confirmaron este jueves las autoridades ucranianas.
"A las 11:00 horas se ha confirmado la información sobre 14 muertes como resultado del ataque ruso. Entre los muertos hay tres menores: una niña de dos años, un chico de 14 años y una chica de 17 años", informó la Fiscalía de Kiev.
La niña de dos años murió en el acto por una explosión, mientras que los otros dos menores fallecieron tras ser trasladados al hospital en estado crítico, según la agencia Ukrinform.
El ataque, descrito como "masivo" por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también dejó al menos 50 heridos, de los cuales 40 requirieron hospitalización, según el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó.
Además, unas diez personas permanecen desaparecidas, y las labores de rescate continúan en varios puntos de la ciudad.
La alta representante de la UE para la Política Exterior, Kaja Kallas, calificó el ataque como una "decisión deliberada de intensificar la tensión y burlarse de los esfuerzos de paz". En respuesta, anunció que ha convocado al enviado ruso en Bruselas para abordar la situación. "Rusia debe detener las matanzas y negociar", afirmó Kallas.
Daños a infraestructuras civiles y a la delegación de la UE
El bombardeo, que incluyó 598 drones y 31 misiles, entre ellos misiles de crucero Kh-101, balísticos Iskander-M y misiles hipersónicos Kinzhal, causó daños significativos en la capital ucraniana. Edificios residenciales, un centro comercial, una guardería y las oficinas del periódico Ukrainska Pravda resultaron afectados.
La delegación de la Unión Europea (UE) en Kiev también sufrió daños, lo que provocó una fuerte condena por parte de líderes europeos.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, denunció que el edificio de la UE fue atacado "deliberadamente" y se declaró "horrorizado" por los ataques.
"La UE no se intimidará. La agresión rusa sólo refuerza nuestra resolución por estar del lado de Ucrania y su gente", afirmó Costa, compartiendo una imagen de una oficina con ventanas rotas y múltiples destrozos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó que el personal de la delegación está a salvo, pero instó a Rusia a "poner fin de inmediato a sus ataques indiscriminados contra infraestructuras civiles".
La Unión Europea condena la agresión y convoca al enviado ruso
La alta representante de la UE para la Política Exterior, Kaja Kallas, calificó el ataque como una "decisión deliberada de intensificar la tensión y burlarse de los esfuerzos de paz". En respuesta, anunció que ha convocado al enviado ruso en Bruselas para abordar la situación. "Rusia debe detener las matanzas y negociar", afirmó Kallas.
Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, expresó su solidaridad con el personal de la delegación y el pueblo ucraniano, destacando que "merecen vivir en paz".
El presidente francés, Emmanuel Macron, también condenó los ataques, describiéndolos como "terror y barbarie" de "gran crueldad". En un mensaje en X, señaló que los 629 misiles y drones lanzados en una sola noche reflejan la falta de voluntad de Rusia para buscar la paz. "Francia condena con la mayor firmeza estos ataques sin sentido", afirmó.

Rusia admite el ataque, pero niega objetivos civiles
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó haber llevado a cabo un "ataque combinado con armas de precisión de largo alcance" contra "aeródromos ucranianos e instalaciones de la industria militar enemiga".
Según el comunicado publicado en Telegram, "los objetivos han sido logrados", pero no mencionó las víctimas civiles ni los daños a infraestructuras no militares.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó las acusaciones de la UE, asegurando que las Fuerzas Armadas rusas "nunca atacan infraestructuras civiles" y que los objetivos eran exclusivamente militares o cuasimiliares.
Por su parte, la Fuerza Aérea ucraniana informó que logró neutralizar 563 drones, un misil Kinzhal, siete Iskander-M y 18 misiles de crucero Kh-101.
Sin embargo, se registraron impactos en 13 ubicaciones, y fragmentos de drones derribados cayeron en 26 puntos de la ciudad.
Zelenski exige sanciones duras
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó el ataque como "un asesinato horrible y deliberado de civiles" y exigió "nuevas sanciones duras" contra Rusia. En su cuenta de X, señaló que los bombardeos son una "clara respuesta" de Moscú a los esfuerzos internacionales por un alto el fuego.
"Rusia elige los misiles balísticos frente a la mesa de negociaciones", afirmó, criticando el silencio de países como China y Hungría. "La muerte de niños debería provocar una emoción mayor que cualquier otra cosa", añadió.
Zelenski también destacó que los ataques dañaron decenas de edificios, incluida la delegación de la UE, y subrayó la necesidad de una reacción global firme para frenar la agresión rusa.

Otras reacciones en Europa
El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, condenó el ataque desde Tallin, Estonia, afirmando que "no puede quedar sin consecuencias".
Wadephul señaló que la reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Copenhague abordará posibles medidas, incluyendo el uso de activos rusos congelados para apoyar a Ucrania.
El ministro estonio, Margus Tsakhna, reiteró la necesidad de avanzar en las negociaciones para la adhesión de Ucrania a la UE y la OTAN, como una "señal importante" para los ucranianos.