Nidal Malik Hasan se mantiene en condición ´crítica pero estable´ en el hospital militar Brooke de San Antonio, tras recibir cuatro disparos en el tiroteo.
El mayor musulmán sospechoso del tiroteo que el jueves acabó con la vida de 13 personas y dejó heridas a 30 en la base militar de Fort Hood (Texas) está consciente y puede hablar, según un portavoz del hospital en el que está ingresado.
El acusado, Nidal Malik Hasan, se mantiene en condición "crítica pero estable" en el hospital militar Brooke de San Antonio, tras recibir cuatro disparos en el tiroteo, y ha estado hablando con el personal médico desde el sábado, cuando le retiraron el respirador artificial, dijo hoy a la prensa local el portavoz Dewey Mitchell.
Mitchell no confirmó, sin embargo, si el sospechoso ha sido interrogado por quienes investigan su papel en la matanza.
Las autoridades federales continúan investigando los motivos que llevaron a Hasan, un solitario psiquiatra de 39 años que trabajaba en la base de Fort Hood, la más grande del país, a abrir fuego en el centro de adiestramiento militar y matar a 12 soldados y un civil.
La última pista en la investigación, según The Washington Post, son los posibles lazos entre el sospechoso y el imán estadounidense Anwar al-Aulaqi, presunto promotor de Al Qaeda en el país.
Al-Aulaqi, acusado de mantener relaciones con dos responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y de defender los ataques terroristas, fue el "mentor espiritual" de Hasan en la mezquita de Falls Church (Virginia) hace ocho años.
Aunque la teoría principal sigue siendo que Hasan actuó solo y sin instigadores, el registro de su computador y sus cuentas de correo electrónico ha revelado visitas a múltiples páginas web que esgrimen ideas islamistas, según las autoridades.
Además, al-Aulaqi publicó hoy una entrada en su blog titulada "Hasan hizo lo correcto", en la que le describe como un "héroe" que no pudo soportar "la contradicción de ser musulmán y servir a un ejército que está luchando contra su propio pueblo".
Las acusaciones que vinculan a Hasan con el extremismo islámico y que le atribuyen un discurso antiestadounidense se han multiplicado en los últimos días.
Según la cadena ABC, que cita al congresista republicano Peter Hoekstra, las agencias de inteligencia estaban al corriente "desde hace meses" de los intentos del sospechoso de ponerse en contacto con simpatizantes de Al Qaeda.
Por su parte, el presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado de EE.UU., Joseph Lieberman, aseguró el domingo en una entrevista con el canal Fox News que hay señales claras de que la matanza fue un atentado terrorista.
Lieberman citó por ejemplo unos comentarios que presuntamente colgó en una página de internet en los que justificaba a los terroristas suicidas.
Además, mencionó antes de disparar que, según testigos, Hasan gritó "¡Allahu Akbar!", que significa "Dios es grande" en árabe, una expresión que "ha sido corrompida por los extremistas", según Lieberman, que anunció que iniciará una investigación al respecto en su comité.
En cambio, el general George Casey, jefe de personal del Ejército, pidió "cautela" en las acusaciones hasta que no se determine si Hasan actuó por motivos políticos o por problemas personales.
El responsable de la base de Fort Hood, el general Bob Cone, rechazó hoy hacer comentarios sobre la investigación de las autoridades, en una conferencia de prensa en la que dio detalles sobre la ceremonia que se celebrará mañana en honor de las víctimas y a la que, dijo, espera que acudan "la mayoría de los heridos".
La ceremonia contará con la asistencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
EFE
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