Este martes, Irán registró una serie de protestas estudiantiles en las principales universidades del país ante la grave crisis económica, que hace que los precios aumenten considerablemente de un día para otro. Los cambios de funcionarios no han bastado para detener el descontento social.
Irán vive actualmente la que es quizá la más grave crisis económica de su historia, lo que ha desatado un estallido social -el más grande registrado en los últimos 3 años, según estimaciones de la BBC- que no parece detenerse ni con las medidas prometidas por el Gobierno.
Este martes, a las protestas registradas los últimos días, encabezadas principalmente por comerciantes, se han sumado los estudiantes universitarios en las principales casas de estudio de la capital, Teherán: Beheshti, Khajeh Nasir, Sharif, Amir Kabir, Ciencia y Cultura, y Ciencia y Tecnología, así como en la Universidad de Tecnología de Ispahan, ubicada en el centro del país.
Particularmente, en la Universidad de Teherán, las fuerzas policiales ingresaron al campus el lunes por la noche. Los estudiantes denunciaron al diario británico The Telegraph que agentes motorizados rodearon el perímetro de la universidad y cerraron las puertas con el objetivo de encerrar a los manifestantes, que exigían la salida del gobierno del "dictador" refiriéndose al clérigo Alí Jamenei, quien dirige el país desde 1981 como presidente y desde 1989 como líder supremo de la república.
Con las protestas estudiantiles, suman tres días continuos de manifestaciones sociales. El último domingo, una movilización espontánea de comerciantes en el mayor mercado de teléfonos móviles de Teherán encendió las calles. Al día siguiente, decenas de vendedores cerraron sus tiendas y marcharon en las principales vías de la capital, en lo que fue la mayor movilización ciudadana desde 2022. El detonante fue el desplome del rial, la moneda oficial iraní, al mínimo histórico: 1,42 millones por dólar.
Cambios de funcionarios y la respuesta insuficiente del régimen
Ante la hiperinflación en el país y el consiguiente incremento desmedido de los precios, ayer, lunes, el presidente del Banco Central de Irán, Mohammad Reza Farzin, renunció al cargo. El gobierno ha anunciado la designación de Abdolnasser Hemmati, quien ya ocupó el puesto entre 2018 y 2021.
Por su parte, el presidente del país, Masud Pezeshkian, ha pedido a los funcionarios estatales que escuchen "las demandas legítimas" de los manifestantes.
"El sustento de la población es mi preocupación diaria. Tenemos previstas medidas fundamentales para reformar el sistema monetario y bancario y preservar el poder adquisitivo de la población”, indicó el mandatario a través de la red social X.
Asimismo, el mandatario aceptó este martes modificar el proyecto de presupuesto para el próximo año iraní, que comienza en marzo, después de que una comisión parlamentaria lo rechazara por considerar insuficiente la subida salarial del 20 % frente a la alta inflación que afecta a la población.
En una carta enviada al Parlamento, Pezeshkian expresó su acuerdo con “las reformas que conduzcan a un aumento de los salarios y beneficios de los empleados del gobierno y de los jubilados”.
Además, el Ejecutivo iraní aprobó modificaciones en la tasa de exención fiscal para personas físicas y jurídicas, así como un incremento en los subsidios destinados a la provisión del bono de alimentos y al fortalecimiento del sustento de la población, como exigió la Comisión de Consolidación Presupuestaria del Parlamento.
Fatemeh Mohajerani, portavoz del Gobierno iraní, anunció que el Ejecutivo aprobará mañana, miércoles, dos medidas clave para evitar el deterioro del nivel de vida de los ciudadanos: la “canasta de alimentos” y un “bono” para alimentos básicos.
Por su parte, el presidente del Legislativo, Mohamad Bagher Ghalibaf, pidió a los diputados y políticos tomar las "medidas necesarias para aumentar el poder adquisitivo de la población", aunque advirtió que habría interesados en instrumentalizar las protestas para sembrar "el caos".
Mientras tanto, las movilizaciones de Teherán se han replicado en otras ciudades importantes del país, como Malard, en la provincia de Teherán; Karaj, al norte de Irán; Kermán, al sureste; Zanyán y Hamadán, al noroeste; y la isla de Qeshm al sur. Algunos videos grabados por manifestantes mostraron a agentes policiales disparando bombas lacrimógenas contra los movilizados.
Manifestantes llevan 3 días consecutivos de protestas contra el régimen.Fuente: EFE
Crisis económica se agrava con sanciones internacionales
La economía iraní ha sido duramente golpeada los últimos meses por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la ONU debido a su programa nuclear, indicó la agencia EFE.
Con ello, el país registró una inflación anual del 42,2 % entre noviembre y diciembre últimos, según el Centro de Estadísticas de Irán, mientras que la inflación ha superado el 52 %, en comparación con el mismo período del año pasado.
Sumado a ello, Irán experimentó una contracción económica de entre 0,6 % y 0,8 % durante la primera mitad del año iraní —entre el 21 de marzo y el 21 de agosto—, según datos recientes del Banco Central del país, mientras que el rial se ha devaluado un 69 % frente al dólar durante 2025.
Además, datos recientes del Centro de Estadísticas de Irán indican que la inflación punto a punto superó el 52 % entre noviembre y diciembre, y que el precio de los alimentos ha aumentado, en promedio, más del 66 % en el último año, lo que ha reducido drásticamente el poder adquisitivo de la población.
Para este miércoles, las autoridades decretaron el cierre de escuelas, bancos y establecimientos públicos en Teherán y otras partes del país por el frío y para ahorrar energía, indicó la prensa estatal.