El expresidente estadounidense y enviado especial de las Naciones Unidas a Haití, dijo que se pueden generar empleos con ayuda de empresas surcoreanas y brasileñas.
Clinton y el también ex presidente estadounidense George W. Bush realizan una visita a Haití para tratar con las autoridades sobre el proceso de reconstrucción de la nación caribeña, tras el terremoto que el pasado 12 de enero causó 222 500 muertos y un millón y medio de damnificados.
El ex gobernante, quien no especificó los sectores ni las ramas de la economía donde se podrían crear los empleos, recordó que en su Gobierno y en el de Bush se firmó la ley "Hope" (Esperanza) que favorece la entrada sin pago de aranceles de productos textiles de empresas haitianas en Estados Unidos.
Los dos ex presidentes, corresponsables del Fondo Clinton-Bush para la reconstrucción de Haití, se reunieron con el mandatario haitiano, René Préval, para tratar sobre la recepción y la gestión de los fondos de ayuda al desolado país.
"Los fondos recibidos deben ayudar a desarrollar Haití a largo plazo", después del período de emergencia, declaró Clinton.
La visita de Clinton y Bush tuvo también como objetivo preparar la conferencia de donantes del próximo 31 de marzo en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en la que el Gobierno haitiano tiene previsto presentar su plan nacional para la reconstrucción.
En una reunión técnica preparatoria celebrada el martes y miércoles pasados en Santo Domingo se cifró en 3.800 millones de dólares el aporte de la comunidad internacional para financiar durante 18 meses la reconstrucción de Haití.
También se propuso la creación de un fondo de reconstrucción y de un órgano paralelo que determine las principales necesidades para la reconstrucción, copresidido por el primer ministro de Haití, Jean Max Bellerive, y Clinton, en calidad de enviado especial de la ONU.
Bush y Clinton establecieron el Fondo para Haití pocos días después del devastador sismo del pasado 12 de enero a petición del presidente de EE.UU., Barack Obama, quien les encargó que encabezaran una iniciativa que concertara la respuesta de la sociedad civil estadounidense a las tareas de rescate, limpieza y reconstrucción.
Hasta la fecha, más de 200.000 personas han aportado cerca de 36 millones de dólares al Fondo, de los que cuatro millones ya se han distribuido a diversas organizaciones que asisten a los damnificados por el terremoto, según sus responsables.
EFE
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