Jensen Huang aseguró que China superará a Estados Unidos en la carrera por el desarrollo de la IA gracias a unos menores costos de la energía y a una regulación más laxa en ese sentido.
China superará a Estados Unidos en la carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) gracias a unos menores costos de la energía y a una regulación más laxa en ese sentido, según advirtió el director general de Nvidia, Jensen Huang, en un foro del diario británico Financial Times.
"China va a ganar la carrera de la IA", sostuvo Huang, máximo responsable de la tecnológica con sede en California, en la Cumbre sobre el Futuro de la IA del Financial Times días después de que se conociera el veto del presidente estadounidense, Donald Trump, para que Nvidia venda sus chips más avanzados a Pekín.
El director general aseguró que Occidente se está viendo frenado por el "cinismo" y sostuvo que se necesita "más optimismo" de cara a avances tecnológicos.
Además, destacó que las nuevas normas sobre IA de EE.UU., que dijo podrían ser "50 nuevas regulaciones", contrastan con el enfoque chino, basado en lo que calificó como "subsidios energéticos", algo que abarata -según Huang- el uso de alternativas procedentes de China a los chips de Nvidia.
Noticias, entretenimiento en vivo, debates intensos sobre fútbol y más. ¡Entra ya! 👇
Exportación de chips
Nvidia anunció esta semana licencias de exportación de chips a Emiratos Árabes Unidos, pese a que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmase que no permitirá que la empresa venda a China sus componentes más avanzados.
La tecnológica aseguró que obtuvo la licencia en septiembre y que es la primera empresa bajo la Administración estadounidense de Trump en obtener ese tipo de permiso, en un momento en el que Washington está tratando de estrechar lazos con Abu Dabi para contrarrestar la influencia de China en este sector en Oriente Medio.
De hecho, que cualquier versión de los chips Blackwell -que ofrece capacidades de IA de alto rendimiento- se venda a empresas chinas ha generado críticas por parte de los sectores más críticos con Pekín en Washington, que temen que la tecnología potencie enormemente las capacidades militares chinas y acelere su desarrollo en el campo de la inteligencia artificial.