Las autoridades sanitarias de Portugal consideran la cuarta ola del nuevo coronavirus, que superó la barrera de los 2 000 contagios diarios, podría llegar a 4 000 casos notificados por día a mediados de este mes.
El Gobierno de Portugal estima que dentro de dos semanas el país duplicará sus cifras de contagios diarios de la COVID-19 por la predominante variante delta, que incrementa desde hace semanas la presión hospitalaria y a la que se espera contrarrestar acelerando la vacunación de los jóvenes.
La previsión ha sido avanzada por la ministra de Sanidad, Marta Temido, quien ha admitido en una entrevista en la cadena TVI que "a este ritmo de crecimiento duplicaremos el número de casos de aquí a 15 días".
Ello supondría que Portugal, que atraviesa actualmente la cuarta ola y la semana pasada superó la barrera de los 2 000 contagios diarios, llegue a 4 000 casos notificados por día a mediados de este mes.
"No es un buen escenario", reconoció la ministra, que subrayó las consecuencias de ese empeoramiento en los hospitales, donde se rondarían los 800 ingresados por coronavirus (actualmente son 613) y se superarían los 150 pacientes atendidos en UCI (ahora 138).
Empeoramiento progresivo
Portugal, con diez millones de habitantes y un balance de 17 117 fallecidos y 890 571 infectados desde que comenzó la pandemia de la COVID-19, vive un empeoramiento progresivo de la situación epidemiológica a causa de la variante delta del nuevo coronavirus, que ha llevado al Gobierno del socialista António Costa a recuperar algunas restricciones.
Entre ellas, el toque de queda a partir de las 23.00, vigente desde el pasado viernes en 45 de las 278 municipios del territorio continental del país, entre ellos Lisboa, Oporto, Braga o Faro, todas ellas zonas en riesgo elevado o muy elevado por la alta incidencia de contagios.
También permanece vigente el cierre perimetral del Área Metropolitana de Lisboa durante los fines de semana, donde no se puede entrar ni salir, salvo excepciones, desde las 15.00 horas del viernes a las 06.00 horas del lunes.
Ante el agravamiento, el Gobierno no descarta "ningún tipo de medidas" adicionales aunque, subrayó la ministra, se carece de un "cuadro legal" para aplicar un nuevo confinamiento, que para avanzar necesita que se haya declarado un estado de emergencia, opción a la que es reacio el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa.
Por ello, las esperanzas para contrarrestar el avance de la variante delta del nuevo coronavirus se centran en acelerar la vacunación, especialmente entre los jóvenes.
Este domingo las autoridades han empezado a contactar a ciudadanos de entre 29 y 18 años, al tiempo que se prepara para acelerar la inmunización de edades superiores durante este mes.
La idea es que sea posible inocular 850 000 dosis por semana, dijo este fin de semana el responsable del plan de vacunación, el vicealmirante Gouveia e Melo, quien ha pedido paciencia a los ciudadanos ante las largas filas que se están produciendo frente a algunos de los pabellones utilizados para vacunar.
Actualmente el 57 % de la población lusa ha recibido al menos una dosis, y el 35 % ya tiene la pauta completa ante la COVID-19.
El agravamiento marca un verano con pesimistas previsiones para el turismo, especialmente en el Algarve (sur), donde la falta de turistas británicos y alemanes augura un nuevo mazazo al sector, también escaso de visitantes nacionales por las restricciones que afectan a la movilidad de las grandes ciudades de Portugal.
(Con información de EFE)
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