Rusia, segundo país del mundo en número de contagiados optó por la estrategia de realizar tests de forma masiva. Según informaron las autoridades sanitarias, a la fecha se realizaron 6,6 millones de exámenes de diagnóstico desde que empezó la pandemia.
La larga fila de personas que espera pacientemente en la entrada de un laboratorio de Moscú ilustra la política de tests de detección masivos defendida por las autoridades rusas para hacer frente a la epidemia de coronavirus. Sin embargo, los pacientes de esta filial de la empresa biomédica Gemotest, que aguardan respetando la distancia de seguridad, no presentan síntomas de infección por la COVID-19. Han venido para quedarse más tranquilos, aprovechando que en la capital rusa realizarse el test del coronavirus no es difícil.
Rusia, segundo país del mundo en número de contagiados (más de 270.000), optó por la estrategia de realizar tests a la población de forma masiva. El sábado, las autoridades se jactaban de haber realizado 6,6 millones de exámenes de diagnóstico desde que empezó la pandemia. La estrategia busca identificar y aislar los casos asintómaticos del coronavirus, que representan algo menos de la mitad de las infecciones en Rusia.
Esta política explica, según las autoridades, la baja tasa de mortalidad en Rusia, más de 2.500 víctimas, con respecto a otros países, pero muchos dudan de la veracidad de las cifras. Los rusos pueden someterse al test en un laboratorio, en el trabajo o en casa. El gigante ruso del internet Yandex llegó a proponer incluso un servicio gratuito a domicilio durante un tiempo, pero luego lo suspendió ante la profusión de ofertas.
Tests de coronavirus en 30 minutos
Gemotest, que cuenta con filiales por todo Moscú, se dedicaba a los análisis médicos clásicos antes de la pandemia. Pero, gracias a los tests de "alta fiabilidad" del importante centro de investigación siberiano Vektor, la red de laboratorios pudo reorientar rápidamente parte de su actividad a la detección del coronavirus.
En la actualidad, sus laboratorios analizan diariamente 9.000 tests, cuyos resultados están disponibles en un plazo de tres días. Entretanto, en las afueras de Moscú, la empresa emergente Sistema-Biotech, filial del holding ruso AFK Sistema, aspira a facilitar pruebas de detección masivas para la población.
Con apenas una treintena de empleados y un laboratorio habilitado a toda prisa en un edificio de hospital que no estaba siendo utilizado, los trabajadores alardean de haber elaborado un sistema de detección exprés, que permite localizar una posible infección por COVID-19 en 30 minutos con un material que cabe dentro de una bolsa médica clásica.
Tests de anticuerpos
"El objetivo es dividir el flujo de personas que desean hacerse el test y así evitar una sobrecarga de los laboratorios, donde los exámenes son muy eficaces pero complejos", explicó Dmitri Mordvintev, director de la empresa emergente. El sistema de test exprés diseñado por ellos no requiere ni laboratorio ni personal cualificado. Esperan que entre en servicio en junio y poder fabricar hasta 2 millones al mes, que podrán utilizarse tanto en hospitales como en grandes empresas, según Dmitri Mordvintsev.
Además de los tests de detección de la COVID-19, Moscú lanzó el viernes otra campaña masiva de tests para averiguar la presencia de anticuerpos dentro de la población y evaluar el grado de "inmunidad colectiva". Cada tres días, 70.000 personas serán seleccionadas al azar para participar en esas pruebas que, según las autoridades, constituirán una operación "única en el mundo" a causa de su alcance.
(Con información de AFP)
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