Un total de 60 pacientes graves serán hospitalizados durante ocho días para probar un nuevo medicamento que, según un análisis del Imperial College de Londres, podría prevenir la formación de coágulos de sangre, mortales en pacientes de COVID-19.
Un nuevo fármaco, que podría prevenir la formación de coágulos en la sangre de pacientes de COVID-19, se probará en 60 enfermos en el Reino Unido, mientras que los científicos alrededor del mundo continúan buscando un tratamiento integral efectivo contra el virus.
60 pacientes de coronavirus en estado grave, que han desarrollado este tipo de coágulos a raíz de la enfermedad, serán sometidos a este análisis. Los científicos del Imperial College de Londres, conducidos por la fundación British Heart, creen que son los desequilibrios hormonales en la sangre provocados por el SARS- CoV-2, el virus que causa la COVID-19, los que conducen a la formación de estos peligrosos coágulos.
Los pacientes, internados en las unidades de cuidados intensivos (a menudo con ventilación mecánica), serán observados por un periodo de ocho días. La mitad de ellos recibirá el fármaco en cuestión: TRV027 y la otra mitad un placebo.
La molécula TRV027, desarrollada por la compañía farmacéutica Trevena, tiene como objetivo restaurar el equilibrio entre dos hormonas clave, que controlan la presión arterial y afectan los vasos sanguíneos. Este necesario balance es mantenido por ACE-2, una enzima que el SARS-CoV-2 desactiva cuando ingresa al cuerpo. Como resultado, la sangre puede volverse “pegajosa” y provocar coágulos, sobre todo en los pulmones.
El equipo detrás del estudio teoriza que la TRV027 puede abordar este desequilibrio hormonal, limitando la gravedad de los efectos del virus en el cuerpo. El medicamento ha sido probado como un tratamiento para la insuficiencia cardíaca y se demostró que es seguro. Se espera que este análisis determine si es o no efectivo en pacientes de COVID-19.
La doctora Kat Pollock, investigadora clínica senior en vacunología y consultora honoraria en el Imperial College de Londres, que lidera el estudio conjuntamente, dijo: "Necesitamos alejarnos de pensar en Covid-19 como una enfermedad únicamente respiratoria, también tiene efectos devastadores en el resto del cuerpo, incluidos los vasos sanguíneos y el corazón".
“Cuando esta infección fue descrita por primera vez, nos sorprendimos al aprender que las personas con problemas cardíacos y de circulación estaban en riesgo. (…) Nuestro estudio jugará un rol importante en el entendimiento del mecanismo que hace que la COVID-19 sea tan peligrosa y ofrecerá un posible tratamiento”, agregó.
Por otro lado, el doctor David Owen, investigador clínico senior y farmacólogo clínico en el Imperial College de Londres dijo: "Este virus plantea un gran desafío para los investigadores porque se desconoce mucho al respecto. (…) Para combatirlo, necesitamos un esfuerzo en equipo. Este proyecto ha juntado a patólogos, virólogos, farmacólogos e investigadores que generalmente se central en enfermedades cardíacas y circulatorias”.
Cabe mencionar que la TRV027 es solo una de las diferentes drogas que están siendo probadas en el Reino Unido para combatir las secuelas más graves de la COVID-19. A principios de junio, los ensayos se iniciaron con otros cinco fármacos, destinados a combatir los demás síntomas del virus.
Hasta 30 hospitales de todo el territorio han decidido formar parte de los estudios, supervisados por el programa Accord (aceleración de la investigación y el desarrollo COVId-19), cuyo objetivo será tratar a cientos de pacientes con coronavirus a través de una amplia gama de vías.
Estos cinco fármacos son: heparina (un agente anticoagulante utilizado en hospitales de todo el Reino Unido); Zilucoplan (un inhibidor que puede limitar la sobre activación del sistema inmune); Calquence (un medicamento que combate la inflamación pulmonar severa); Bemcentinib (una tableta que ha demostrado tener un potente efecto antiviral) y finalmente Medi3506, una intección antiinflamatoria.
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