Según cifras de la Universidad de Hopkins, Florida es el segundo estado del país con mayor incidencia del nuevo coronavirus, después de California (446 452 casos) tras superar a Nueva York (411 200).
Florida, el segundo estado más afectado por la pandemia en Estados Unidos después de California, sumó este domingo más de 9 000 casos en las últimas 24 horas, en su mayoría en Miami Dade (2 901), el epicentro del contagio en el estado.
El "estado del sol" reportó hoy 9 344 nuevos casos confirmados de la COVID-19 y 78 muertos, según las cifras publicadas por el Departamento de Salud de Florida.
Hasta el momento hay 423 855 casos confirmados del nuevo coronavirus en Florida desde el pasado 1 de marzo y 5.972 fallecimientos, de los cuales 2 667 han ocurrido en hogares geriátricos, tanto de residentes como de las personas que los atienden.
Según cifras de la Universidad de Hopkins, Florida es el segundo estado del país con mayor incidencia del virus, después de California (446.452 casos) tras superar este sábado a Nueva York (411 200).
Miami-Dade, que sobrepasó los 100 000 casos este fin de semana (104 755) presenta además un acumulado de 1.388 muertes, mientras que en Broward 49.350 personas han dado positivo de la COVID-19 y 605 han fallecido y en Palm Beach son 30 325 y 755, respectivamente.
Desde el 1 de marzo además se han realizado cerca de 3,4 millones de pruebas de la COVID-19 en un estado que cuenta con 21 millones de habitantes, de las cuales el 12,5 % ha dado positivo.
En el estado, que en algunas regiones está en el límite de su capacidad en los centros hospitalarios, 24 064 personas han sido hospitalizadas desde el comienzo de la pandemia por el nuevo coronavirus.
El manejo de la crisis sanitaria por parte del gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha pesado en su popularidad según un sondeo reciente, en el que el 70 % de los encuestados cree que la propagación del coronavirus está "fuera de control".
Además el 61 % de los encuestados por la Universidad de Quinniapiac piensa que el republicano, aliado político del presidente Donald Trump y que se niega a imponer el uso obligatorio de máscara, reabrió la economía "demasiado rápido".
(Con información de EFE)
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