"No sabemos por qué se ha encargado el diálogo a una sola persona", dijeron los representantes hondureños en referencia al presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Una delegación hondureña del Frente de Resistencia Popular contra el golpe de Estado afirmó hoy que "todo diálogo es positivo" para resolver la grave crisis en su país pero abogó por que la OEA vuelva a tomar las riendas del proceso.
En una reunión con periodistas, la delegación del Frente, compuesta por el diputado Marvin Ponce, el fiscal Jari Dixon y el médico y defensor de los derechos humanos Juan Almendares, apuntó que la Organización de Estados Americanos (OEA) es el foro más adecuado para esta labor, como organismo que representa a 34 países.
"No sabemos por qué se ha encargado el diálogo a una sola persona", dijeron los representantes hondureños en referencia al presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Con el apoyo de EE.UU., la OEA y la Unión Europea (UE) Arias intenta buscar una salida al conflicto abierto a raíz de que el presidente Manuel Zelaya fuera sacado del poder y del país por militares el 28 de junio, y reemplazado por Roberto Micheletti, el cual fue designado por el Congreso hondureño.
La delegación abogó además por que el diálogo se produzca en Honduras y no en otro país y bajo la mediación de una sola persona que, según ellos, "no tiene fuerza".
"Todo diálogo es positivo. Existen buenas intenciones por parte del presidente Zelaya y del mandatario Oscar Arias, pero consideramos que la conversación debe ser en Honduras; debe volver a la OEA", indicó Almendares.
La delegación también pidió una respuesta más contundente por parte de EE.UU. ante la crisis de Honduras, además del reconocimiento de que ha habido "un golpe militar".
Ponce, del partido Unificación Democrática (UD), opinó que no está "claro" el papel de Estados Unidos y que el Gobierno de Barack Obama parece "dilatar" una solución del conflicto.
La delegación atribuyó lo ocurrido en su país a la oligarquía hondureña, las fuerzas armadas y la clase política tradicional del país, sin descartar la influencia de "fuerzas externas" que ven en el caso de Honduras como "un experimento para forzar cambios en América Latina".
Ponce afirmó que el ex secretario de Estado adjunto de EE.UU. para América Latina Otto Reich y el venezolano Roberto Carmona, director de la Fundación Arcadia, han hecho una "campaña" en contra de Zelaya a partir de un supuesto caso de corrupción en la empresa de telecomunicaciones Hondutel.
El Gobierno de Zelaya acusó a Reich de acciones "oscuras y sucias" en Centroamérica y de estar molesto porque en Honduras se le canceló un contrato de operador de telecomunicaciones junto a Carmona.
Reich negó el pasado 10 de julio haber estado detrás del derrocamiento de Zelaya y consideró que bajo las leyes hondureñas "el nuevo Gobierno es legal y constitucional".
La delegación, que se reunió el lunes con el director de la Oficina de Asuntos para Centroamérica del Departamento de Estado, Christopher Webster, y hoy se entrevistará con congresistas y representantes del Banco Mundial (BM) para explicar su versión de los hechos, asegura que no ha viajado a Washington para defender a Zelaya sino a la democracia en su país. EFE
En una reunión con periodistas, la delegación del Frente, compuesta por el diputado Marvin Ponce, el fiscal Jari Dixon y el médico y defensor de los derechos humanos Juan Almendares, apuntó que la Organización de Estados Americanos (OEA) es el foro más adecuado para esta labor, como organismo que representa a 34 países.
"No sabemos por qué se ha encargado el diálogo a una sola persona", dijeron los representantes hondureños en referencia al presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Con el apoyo de EE.UU., la OEA y la Unión Europea (UE) Arias intenta buscar una salida al conflicto abierto a raíz de que el presidente Manuel Zelaya fuera sacado del poder y del país por militares el 28 de junio, y reemplazado por Roberto Micheletti, el cual fue designado por el Congreso hondureño.
La delegación abogó además por que el diálogo se produzca en Honduras y no en otro país y bajo la mediación de una sola persona que, según ellos, "no tiene fuerza".
"Todo diálogo es positivo. Existen buenas intenciones por parte del presidente Zelaya y del mandatario Oscar Arias, pero consideramos que la conversación debe ser en Honduras; debe volver a la OEA", indicó Almendares.
La delegación también pidió una respuesta más contundente por parte de EE.UU. ante la crisis de Honduras, además del reconocimiento de que ha habido "un golpe militar".
Ponce, del partido Unificación Democrática (UD), opinó que no está "claro" el papel de Estados Unidos y que el Gobierno de Barack Obama parece "dilatar" una solución del conflicto.
La delegación atribuyó lo ocurrido en su país a la oligarquía hondureña, las fuerzas armadas y la clase política tradicional del país, sin descartar la influencia de "fuerzas externas" que ven en el caso de Honduras como "un experimento para forzar cambios en América Latina".
Ponce afirmó que el ex secretario de Estado adjunto de EE.UU. para América Latina Otto Reich y el venezolano Roberto Carmona, director de la Fundación Arcadia, han hecho una "campaña" en contra de Zelaya a partir de un supuesto caso de corrupción en la empresa de telecomunicaciones Hondutel.
El Gobierno de Zelaya acusó a Reich de acciones "oscuras y sucias" en Centroamérica y de estar molesto porque en Honduras se le canceló un contrato de operador de telecomunicaciones junto a Carmona.
Reich negó el pasado 10 de julio haber estado detrás del derrocamiento de Zelaya y consideró que bajo las leyes hondureñas "el nuevo Gobierno es legal y constitucional".
La delegación, que se reunió el lunes con el director de la Oficina de Asuntos para Centroamérica del Departamento de Estado, Christopher Webster, y hoy se entrevistará con congresistas y representantes del Banco Mundial (BM) para explicar su versión de los hechos, asegura que no ha viajado a Washington para defender a Zelaya sino a la democracia en su país. EFE
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