Prueba de ADN no dio indicios de que Marcela y Felipe Noble Herrera, hijos adoptivos de Ernestina Herrera, fueran robados a mujeres desaparecidas durante la dictadura militar en Argentina.
Un nuevo examen de ADN difundido hoy ha descartado que los hijos adoptivos de la directora del diario Clarín, el de mayor tirada de Argentina, sean vástagos de 55 mujeres desaparecidas cuyos bebés fueron robados entre 1975 y 1976, durante la dictadura militar.
El examen, cuyos resultados publica la prensa local, excluyó algunas muestras genéticas que son insuficientes para determinar el origen de Marcela y Felipe Noble Herrera, adoptados a mediados de 1976 por Ernestina Herrera de Noble, directora del periódico que forma parte del grupo multimedia más grande de Argentina.
Clarín, que ha denunciado que este asunto forma parte de una "persecución política" de parte del Gobierno argentino, subrayó que el examen demuestra que Marcela y Felipe no son hijos de desaparecidos entre 1975 y 1976 y "resulta imposible que sean de casos posteriores a 1976".
Además, destacó que el 11 de julio pasado dio negativo un examen realizado sobre las muestras de ADN de dos familias querellantes que al igual que las otras están en el Banco de Datos Genéticos creado con los ADN aportados por familiares de víctimas de la dictadura militar (1976-1983) y extraídos de sus restos.
Jorge Anzorregy, abogado de la familia Herrera Noble, insistió a radios locales con que Marcela y Felipe "no son hijos de desaparecidos" en vista de que ambos nacieron en 1976.
La investigación de estos casos, que es motivo de más de una década de batallas judiciales, es impulsada como parte querellante por la asociación humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, que en varias ocasiones ha destacado que solamente busca determinar "la verdad" sobre el origen de los jóvenes Herrera Noble.
Marcela y Felipe Noble Herrera
En el caso de Marcela Herrera Noble, nacida en marzo de 1976, no se pudo cotejar sus datos de ADN con los aportados por tres familiares de desaparecidos cuyas muestras son insuficientes para llegar a una conclusión.
En la misma situación están las muestras genéticas de una familia de desaparecidos para el caso de Felipe Herrera Noble, nacido en abril de 1976.
Ahora solamente queda por hacer exámenes genéticos con muestras de personas desaparecidas después de 1976.
Las Abuelas de Plaza de Mayo subrayaron en un comunicado que en estas investigaciones "no hay un resultado negativo" porque sólo se trata de hallar a hijos de desaparecidos cuyos "rastros" han sido "borrados" por el terrorismo de Estado aplicado por el régimen militar.
"Es sabido" que el banco de datos genéticos "se encuentra en permanente construcción, ya que existen muchas familias que desconocían que sus hijas o nueras se encontraban embarazadas al momento de desaparecer", puntualizaron.
"Continuamos cautelosas y expectantes a los nuevos cotejos y a la posibilidad de que el banco se complete para que tanto las Abuelas como Marcela y Felipe finalmente podamos saber si son o no hijos de desaparecidos", remarcaron.
Los hermanos Noble, que aseguran que su adopción fue legal, denunciaron sentirse víctimas de una "persecución" y "presas" de los "ataques" del Gobierno de Cristina Fernández, enfrentado con el grupo periodístico Clarín.
En un giro inesperado, los hermanos aceptaron a mediados de junio someterse a la extracción de sangre para "terminar con esta causa que les ha generado enormes padecimientos tanto a ellos como a su madre, que tuvo problemas de salud que se han recrudecido por esta cuestión", dijo en su día Héctor Silva, uno de los abogados de los Noble Herrera.
Las Abuelas de Plaza de Mayo, que han logrado identificar a 100 de los cerca de 500 bebés robados durante la dictadura militar, sostienen que hay sospechas de que ambos jóvenes, que no tienen lazos de sangre entre sí, pueden ser hijos de desaparecidos.
EFE
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