Policía no podrá obligar a una mujer que se quite el velo integral musulmán y por el contrario, impondrá una tarea de persuasión antes de conducirla a una comisaría.
Las fuerzas del orden francesas velarán por el cumplimiento, desde el próximo 11 de abril, de la prohibición del uso del burka en espacios públicos y deberán "persuadir" a las mujeres que lo lleven de que se lo quiten antes de conducirlas a una comisaría.
Así lo detalla la circular de aplicación de la norma, revelada hoy por el diario "Le Figaro", que establece el procedimiento a seguir a una semana de la entrada en vigor de la disposición.
La regla será que ningún representante de las fuerzas del orden podrá, en todos los casos, obligar a una mujer a que se quite el velo integral musulmán y que, por el contrario, se impondrá una tarea de "persuasión".
En primer lugar, la mujer que lleve burka será "invitada" a mostrar su rostro para que se pueda confirmar su identidad pero si se niega a hacerlo, los funcionarios tendrán que explicarle las consecuencias de ese rechazo.
Se tratará entonces de que la mujer sepa que tendrá que estar en el lugar en el que se le advierte de que está contraviniendo una ley el tiempo suficiente para que se pueda confirmar quién es; si eso fuera imposible, sería conducida a una comisaría o gendarmería, sigue la circular cuyo contenido reveló el diario galo.
Posteriormente, la policía, si la mujer insiste en negarse a levantarse el velo, se pondrá en contacto con el Fiscal de la República para "establecer la conducta a seguir", aunque "Le Figaro" añade que las autoridades han precisado que no están previstas detenciones por estas situaciones.
El detalle de cómo se aplicará la ley sigue a la campaña de comunicación que comenzó el pasado 3 de marzo con vistas a la entrada en vigor de la prohibición.
La campaña distribuyó 100.000 carteles y 400.000 trípticos en inglés, francés y árabe, en los que se puede ver la efigie de "Marianne", símbolo de la nación, con la leyenda: "La república se vive a cara descubierta".
El Boletín Oficial del Estado francés recordó ese mismo día que disimular el rostro, bien sea mediante el uso del burka o velo integral, así como de otras prendas como el nikab o el pasamontañas en un espacio público, atenta contra "las exigencias mínimas de la vida en sociedad".
El documento conmina a los vigilantes de seguridad a velar por el cumplimiento de la ley, aunque ya entonces se advirtió de que sólo podrán invitar al infractor a descubrirse el rostro o abandonar el lugar, pero nunca podrán ejercer la fuerza física.
La ley, que establece excepciones en casos específicos como los cascos de moto o los testigos que precisen del anonimato en los tribunales, prevé multas para los infractores de hasta 150 euros y la obligación complementaria o alternativa de realizar un "curso de ciudadanía".
La normativa castiga también con hasta un año de cárcel y 30.000 euros de multa a quienes fuercen a otra persona a cubrirse el rostro, y dobla la duración y cuantía de las penas en el caso de que la víctima sea menor de edad.
La entrada en vigor de la ley, aprobada el pasado 11 de octubre tras el visto bueno del Consejo Constitucional, se retrasó seis meses con el objetivo de dar tiempo a que la norma fuese explicada a las mujeres que actualmente portan de forma voluntaria el velo integral en Francia.
Superado el periodo de prueba, que se agota este mes de abril, llegarán las primeras multas por llevar esta prenda musulmana que visten habitualmente alrededor de 2.000 mujeres en Francia, según diversos estudios.
EFE
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