El eclipse de sol, el séptimo en el siglo XXI, fue observado inicialmente en la Polinesia Francesa y en Islas Cook, territorios que quedaron en penumbra por cuatro minutos.
Un eclipse de sol oscureció el domingo a varias islas del Pacífico sur y gran parte del territorio continental, entre el júbilo de turistas y lugareños afortunados porque el cielo, que estuvo nublado durante la semana, se despejó horas antes del fenómeno y pudo verse totalmente.
El eclipse de sol, el séptimo en el siglo XXI, fue observado inicialmente en la Polinesia Francesa y en Islas Cook, territorios que quedaron en penumbra por unos cuatro minutos, luego de que la luna se interpusiera entre la tierra y el astro rey.
Posteriormente ensombreció la chilena Isla de Pascua (a 3.500 km del continente), donde la amenaza de mal tiempo reinó durante toda la semana -incluso llovió el sábado- pero luego fuertes vientos despejaron las nubes y dejaron un cielo limpio y azul.
"Muchos estaban contentos porque en China (donde fue el eclipse de sol hace dos años) les tocó mal tiempo y aquí lo pueden ver completo", dijo a la AFP el funcionario municipal de Isla de Pascua, Francisco Haoa.
Los tahitianos, fanáticos del fútbol, abandonaron sus televisores por unos minutos para observar al fenómeno, antes de regresar a sus casas a mirar la final del Mundial de Sudáfrica entre España y Holanda, transmitida a esa misma hora.
Unos 5.000 astrónomos, cazadores de eclipses y turistas de todo el mundo eligieron mayoritariamente el archipiélago de Tuamotu, al este de Tahití.
Estos atolones poco poblados estaban ubicados en la trayectoria del eclipse total, y se beneficiaron con buenas condiciones meteorológicas.
Ópticas y farmacias vendieron más de 120.000 pares de anteojos adaptados para observar el fenómeno, para una población de 260.000 habitantes.
En tanto, Isla de Pascua también quedó oscurecida por unos cuatro minutos en el momento cumbre del eclipse de sol, atiborrada de científicos y turistas que aplaudieron e incluso silbaron cuando alguna pequeña nube tapaba el espectáculo.
"Primero empezó con sombra, y el cielo estaba espectacular porque se veía limpio y azul, con mucho viento que despejó las nubes. Algunos se quejaron cuando pasaba una nube y tapaba la vista", señaló Haoa.
"Era como si estuvieras en el estadio de noche, con la luz artificial. Parecía como si te hubieras metido en una habitación oscura con un foco de 10 watts", añadió el habitante de Isla de Pascua.
El fenómeno abrió el espacio para las especulaciones.
"Todos aplaudían. Incluso se vio un objeto luminoso cerca del lugar y la gente empezó a decir que seguro se trataba de un OVNI", añadió Haoa emocionado.
Haoa observó el fenómeno desde la zona de Tahai, una playa cercana a la cantera pascuense de los Moais, las enormes esculturas de piedra ubicadas de espaldas al océano Pacífico que están alineadas con algunas formaciones de estrellas.
En la capital chilena, los santiaguinos se reunieron en el planetario de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), donde a pesar de las nubes e intermitentes lluvias, se prepararon varias actividades para observar el eclipse en la ciudad, en su fase parcial.
En Argentina, El Calafate, una villa ubicada a 2.787 km al sur de Buenos Aires, fue sede este fin de semana de un congreso internacional que convocó a científicos de varios países para disertar sobre el fenómeno, con la asistencia de cientos de personas, dijo a la AFP Ana Ianni, secretaria de Turismo de esa población.
Los visitantes que llegaron a la Patagonia argentina se encontraron un cielo totalmente despejado, aunque con temperaturas de 14 grados Celsius bajo cero.
"De los visitantes que llegaron este fin de semana, unos 350 consignaron que llegaron a El Calafate sólo para ver el eclipse", dijo Ianni.
El eclipse comenzó a las 18H15 GMT sobre el Pacífico y seis minutos después llegó a Mangaia, en las Islas Cook.
El cono de sombra lunar llegó a las 18H28 GMT a las costas de Tahití, y en Isla de Pascua la oscuridad fue total a las 20H11 GMT.
AFP
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