El secretario de Estado, Mike Pompeo, indicó que Estados Unidos reconoce las "difíciles decisiones" que ha tomado el Gobierno del país vecino para "avanzar en la buena gobernanza y promover un crecimiento económico sostenible".
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aseguró este viernes que su país apoya al presidente de Ecuador, Lenín Moreno, en el marco de la crisis política que vive el país, y subrayó que sus reformas económicas, que desataron una ola de protestas, son "necesarias".
"Estados Unidos apoya los esfuerzos del presidente Moreno y del Gobierno de Ecuador para institucionalizar las prácticas democráticas e implementar las reformas económicas necesarias", ha señalado Pompeo en un comunicado.
El secretario de Estado indicó que Estados Unidos reconoce las "difíciles decisiones" que ha tomado el Gobierno del país vecino para "avanzar en la buena gobernanza y promover un crecimiento económico sostenible".
"El respeto a los derechos e instituciones democráticos es la base del futuro crecimiento y estabilidad de Ecuador", ha indicado Pompeo.
El origen de las protestas es la reforma económica anunciada por Moreno el pasado 1 de octubre fruto del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir una inyección de 4,200 millones de dólares para el país.
No darán marcha atrás en medida
Los disturbios estallaron dos días después con enfrentamientos entre policías y militares y saqueos, lo que llevó a Moreno a declarar el estado de excepción, que en un principio debía estar vigente 60 días pero el Tribunal Constitucional lo redujo a 30.
Moreno ha ofrecido diálogo, pero aclarando que no recuperará el subsidio al combustible, la medida más polémica del conocido popularmente como "paquetazo". Como contrapartida, se ha mostrado dispuesto a pactar con los manifestantes a qué se destinará el dinero ahorrado, proponiendo un plan de desarrollo rural.
Los manifestantes, por su parte, exigen como requisito para sentarse a la mesa de negociaciones que el Gobierno recupere las ayudas públicas a la gasolina y al diésel, a lo que ahora suman otras demandas que incluyen la cancelación del acuerdo con el FMI y el cese de los ministros de Interior y Defensa.
Al menos cinco personas han muerto, aunque Gobierno, indígenas y Defensoría del Pueblo difieren en este dato, decenas han resultado heridas y cientos han sido detenidas, incluidos varios extranjeros, muchos de ellos venezolanos.
Moreno ha acusado directamente a su antecesor y otrora aliado, Rafael Correa, y a sus socios, incluido el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de orquestar las protestas en un "golpe de Estado". Ambos lo han negado.
Europa Press
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