El secretario de Defensa, Robert Gates, comienza una gira por Japón, Corea del Sur y Eslovaquia para pedirles que continúen sus contribuciones.
El Gobierno del presidente Barack Obama, inmerso en un proceso de consultas para determinar la estrategia en Afganistán, trata de convencer a sus aliados para que mantengan su apoyo en la guerra.
El secretario de Defensa, Robert Gates, comienza una gira que le llevará a Japón, Corea del Sur y Eslovaquia, en una misión que se centrará en parte en pedir a los aliados que continúen sus contribuciones.
Tokio tiene planeado retirar dos buques cisterna que mantiene en el océano Índico y que daban servicio a las tropas que se dirigen a Afganistán.
El vicepresidente, Joe Biden, tiene también previsto viajar esta semana, a Europa del Este, donde además de tratar en Polonia y la República Checa el abandono del plan para erigir en esos países un escudo antimisiles abordará también la cuestión de Afganistán.
El propio Obama, que se ha reunido en cinco ocasiones en las últimas semanas con sus asesores para tratar de diseñar una nueva estrategia para la guerra, ha abordado el asunto esta semana con los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y Turquía, Abdullah Gul, así como el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro británico, Gordon Brown.
El presidente estadounidense trata de decidir si escucha la recomendación del general al mando de las tropas aliadas en Afganistán, Stanley McChrystal, que ha pedido refuerzos en torno a los 40.000 soldados.
En la actualidad, EEUU mantiene cerca de 65.000 soldados en el país centroasiático, la mayor cifra desde el comienzo de la guerra hace ocho años. La situación se ha complicado aún más si cabe debido a la incertidumbre sobre los resultados electorales definitivos en Afganistán.
-EFE-
El secretario de Defensa, Robert Gates, comienza una gira que le llevará a Japón, Corea del Sur y Eslovaquia, en una misión que se centrará en parte en pedir a los aliados que continúen sus contribuciones.
Tokio tiene planeado retirar dos buques cisterna que mantiene en el océano Índico y que daban servicio a las tropas que se dirigen a Afganistán.
El vicepresidente, Joe Biden, tiene también previsto viajar esta semana, a Europa del Este, donde además de tratar en Polonia y la República Checa el abandono del plan para erigir en esos países un escudo antimisiles abordará también la cuestión de Afganistán.
El propio Obama, que se ha reunido en cinco ocasiones en las últimas semanas con sus asesores para tratar de diseñar una nueva estrategia para la guerra, ha abordado el asunto esta semana con los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y Turquía, Abdullah Gul, así como el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro británico, Gordon Brown.
El presidente estadounidense trata de decidir si escucha la recomendación del general al mando de las tropas aliadas en Afganistán, Stanley McChrystal, que ha pedido refuerzos en torno a los 40.000 soldados.
En la actualidad, EEUU mantiene cerca de 65.000 soldados en el país centroasiático, la mayor cifra desde el comienzo de la guerra hace ocho años. La situación se ha complicado aún más si cabe debido a la incertidumbre sobre los resultados electorales definitivos en Afganistán.
-EFE-
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