Como dice edicto religioso difundido en la prensa local, el musulmán "no debe celebrar el Día de San Valentín, reconocerlo, utilizarlo en saludos o hacer regalos".
El Día de San Valentín y las fechas previas es una época de mucha actividad para la Policía de Arabia Saudí, que anda muy ocupada para evitar manifestaciones públicas de una fiesta pagana vista con suspicacia por los líderes religiosos.
Y es que, como dice una fatua (edicto religioso) difundida en la prensa local, el musulmán "no debe celebrar (el Día de San Valentín), reconocerlo, utilizarlo en saludos o hacer regalos" con ocasión de esta fiesta, "pagana y cristiana".
En Arabia Saudí no hay una ley que prohíba a los novios renovar su amor el 14 de febrero de cada año, pero, teniendo en cuenta las rígidas normas religiosas en este país tan conservador, el consejo de los clérigos es más que suficiente para que la policía actúe.
Este año, como en los anteriores, la Policía vigila que no se vendan flores rojas y motivos con ese color, tanto en los comercios pequeños como en los centros comerciales, que intentan compensar las bajas de ventas de estas fechas.
En la calle, los saudíes mantienen el debate sobre si el Día de San Valentín debería celebrarse y si es legítimo hacerlo desde el punto de vista religioso.
La polémica enfrenta a los estratos conservadores, firmes en defender los consejos de los clérigos, y los liberales, más proclives a seguir las costumbres que llegan de Occidente, según testimonios recogidos por Efe.
"La celebración del Día del Amor abre las puertas de par en par a los valores de otros países que están en contra de los valores religiosos en la sociedad saudí", sostiene el profesor Salmán al Ahmari.
Otros, en cambio, más jóvenes, se molestan por el "tutelaje de los clérigos" que, como sostiene Farez al Sulaimani, de 27 años, "quieren imponer sus ideas a todos el mundo".
"No necesitamos que nos digan cuándo tenemos que ser felices", dice el joven "bloqgero".
La presencia policial se ha hecho notar especialmente este año para vigilar que no haya objetos rojos en las tiendas y confiscar las flores de ese color.
Se han puesto de acuerdo con los administradores de los centros comerciales para hacer frente a este fenómeno, primero con una notificación de advertencia y, si es necesario, con otras medidas.
Un comunicado de la Policía Religiosa difundido en la prensa saudí aconseja a la gente que no adopte semejante costumbre porque está infringiendo una norma religiosa.
Eso lo primero, pero si la persona persiste en celebrar el Día de San Valentín o el comerciante vende productos a tono, se la remite a los organismos competentes, aunque no está claro qué le puede pasar porque no hay ley en Arabia Saudí que castigue a quienes celebren esta fiesta.
"Jurídicamente está permitido, el problema es que la gente se arriesga a recibir sanciones (a partir de los edictos de los clérigos), pese a que no está prohibido", dijo a Efe el abogado Saud al Jaledi.
De momento, el Ministerio de Educación de Arabia Saudí ha comenzado una campaña de concienciación para advertir a los estudiantes que se sumen a esta celebración, y atajar de raíz la costumbre entre los más expuestos al amor.
Pero, como sostiene una periodista saudí de 25 años que prefirió mantener en reserva su identidad, la fiesta se sigue celebrando entre los jóvenes, aunque sea a escondidas, aunque en ningún momento piensan que se trata de una festividad religiosa.
"Me extraña que critiquen los clérigos esta fecha, porque todos los años Arabia Saudí celebra el Día contra el Tabaco, el Día del Sida, y hasta el Día de la Madre, y ahí ni el Gobierno ni los clérigos lo critican", se lamenta la joven. EFE
Y es que, como dice una fatua (edicto religioso) difundida en la prensa local, el musulmán "no debe celebrar (el Día de San Valentín), reconocerlo, utilizarlo en saludos o hacer regalos" con ocasión de esta fiesta, "pagana y cristiana".
En Arabia Saudí no hay una ley que prohíba a los novios renovar su amor el 14 de febrero de cada año, pero, teniendo en cuenta las rígidas normas religiosas en este país tan conservador, el consejo de los clérigos es más que suficiente para que la policía actúe.
Este año, como en los anteriores, la Policía vigila que no se vendan flores rojas y motivos con ese color, tanto en los comercios pequeños como en los centros comerciales, que intentan compensar las bajas de ventas de estas fechas.
En la calle, los saudíes mantienen el debate sobre si el Día de San Valentín debería celebrarse y si es legítimo hacerlo desde el punto de vista religioso.
La polémica enfrenta a los estratos conservadores, firmes en defender los consejos de los clérigos, y los liberales, más proclives a seguir las costumbres que llegan de Occidente, según testimonios recogidos por Efe.
"La celebración del Día del Amor abre las puertas de par en par a los valores de otros países que están en contra de los valores religiosos en la sociedad saudí", sostiene el profesor Salmán al Ahmari.
Otros, en cambio, más jóvenes, se molestan por el "tutelaje de los clérigos" que, como sostiene Farez al Sulaimani, de 27 años, "quieren imponer sus ideas a todos el mundo".
"No necesitamos que nos digan cuándo tenemos que ser felices", dice el joven "bloqgero".
La presencia policial se ha hecho notar especialmente este año para vigilar que no haya objetos rojos en las tiendas y confiscar las flores de ese color.
Se han puesto de acuerdo con los administradores de los centros comerciales para hacer frente a este fenómeno, primero con una notificación de advertencia y, si es necesario, con otras medidas.
Un comunicado de la Policía Religiosa difundido en la prensa saudí aconseja a la gente que no adopte semejante costumbre porque está infringiendo una norma religiosa.
Eso lo primero, pero si la persona persiste en celebrar el Día de San Valentín o el comerciante vende productos a tono, se la remite a los organismos competentes, aunque no está claro qué le puede pasar porque no hay ley en Arabia Saudí que castigue a quienes celebren esta fiesta.
"Jurídicamente está permitido, el problema es que la gente se arriesga a recibir sanciones (a partir de los edictos de los clérigos), pese a que no está prohibido", dijo a Efe el abogado Saud al Jaledi.
De momento, el Ministerio de Educación de Arabia Saudí ha comenzado una campaña de concienciación para advertir a los estudiantes que se sumen a esta celebración, y atajar de raíz la costumbre entre los más expuestos al amor.
Pero, como sostiene una periodista saudí de 25 años que prefirió mantener en reserva su identidad, la fiesta se sigue celebrando entre los jóvenes, aunque sea a escondidas, aunque en ningún momento piensan que se trata de una festividad religiosa.
"Me extraña que critiquen los clérigos esta fecha, porque todos los años Arabia Saudí celebra el Día contra el Tabaco, el Día del Sida, y hasta el Día de la Madre, y ahí ni el Gobierno ni los clérigos lo critican", se lamenta la joven. EFE
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