Benedicto XVI expresó su deseo de que los niños sean salvaguardados del fanatismo y de la violencia y sean preparados para ser constructores de un mundo mejor.
El papa Benedicto XVI rezó hoy por la paz en Nazaret cogido de la mano de un rabino y de la de un imán de Galilea, mientras otro rabino entonaba el "Salam, Shalom", paz en árabe y en hebreo.
El rezo común lo hicieron en el auditorio del santuario de la Anunciación, de la ciudad de la Virgen María, donde el Papa mantuvo un encuentro con representantes cristianos, musulmanes, judíos, drusos y de otras religiones.
En un breve discurso el Papa dijo que la paz es un don de Dios, aunque no puede alcanzarse sin el esfuerzo humano.
"Una paz duradera proviene del reconocimiento de que el mundo no es de nuestra propiedad. No podemos hacer del mundo lo que nos de la gana, más al contrario estamos llamados a realizar nuestra decisiones según la benevolencia divina", afirmó.
El Obispo de Roma expresó su deseo de que los niños sean salvaguardados del fanatismo y de la violencia y sean preparados para ser constructores de un mundo mejor.
"Moldeando el corazón de los jóvenes, moldeamos el futuro mismo de la humanidad. Los cristianos se unen con facilidad a judíos, musulmanes, druzos y personas de otras religiones en el deseo de salvaguardar a los niños del fanatismo y la violencia mientras se les prepara para ser constructores de un mundo mejor".
Tras reunirse con los líderes religiosos de Galilea, la región en cuya capital Nazaret, el Papa visitó la Gruta de la Anunciación, el lugar que según la tradición cristiana marca el sitio donde el arcángel Gabriel anunció a María que sería la madre de Jesús.
En su visita a Nazaret, el Papa ofició una misa ante 40.000 personas en el monte del Precipicio y se entrevistó en el convento de los franciscanos de Nazaret con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La jornada en Galilea concluirá con el rezo de las vísperas en la basílica de la Anunciación. EFE
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