Ignacio Coronel murió el pasado jueves en un enfrentamiento con el Ejército. Su entierro se realizó en la ciudad de Culiacán, considerada cuna del narcotráfico mexicano.
En el mismo panteón y bajo fuertes medidas de seguridad fue sepultado su sobrino, Mario Carrasco Coronel, alias "El Gallo", al que se consideraba su potencial sucesor y que fue abatido por el Ejército un día después que su tío sufriera el mismo destino.
"Nacho", considerado entre los cuatro capos más fuertes de México, fue sorprendido el jueves por un operativo militar que buscaba su captura. Se defendió a balazos y fue muerto por disparos de los soldados.
Tío y sobrino recibieron sepultura en el panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, base para el cártel más poderoso del país y lugar de nacimiento de narcotraficantes históricos.
El sepelio, al que acudieron un centenar de personas, la mayoría mujeres y hombres jóvenes, estuvo vigilado por cerca de 80 militares, que previamente habían escoltado a los dos coches fúnebres que transportaron los restos mortales.
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