El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos envió proyecto a los cancilleres para que aborden el tema.
El grupo de trabajo de la OEA que debatía los diferentes proyectos para levantar la suspensión a Cuba de la organización fracasó en su esfuerzo por lograr un consenso y decidió elevar los borradores a los cancilleres.
Tras llegar a una situación límite, el presidente del Consejo Permanente, Graeme Clark, decidió poner fin a las deliberaciones y pasar los proyectos de resolución al Comité General, que negocia todos los temas de la Asamblea General que quedan pendientes.
Esto supone un revés para las delegaciones de los 34 países miembros de la OEA que estudiaban por la tarde dos proyectos, uno de Nicaragua, y otro, considerado el "mediador", apoyado por 27 países, entre ellos Brasil y México.
La propuesta que cuenta con el respaldo de 27 países, la mayoría, ha logrado casi un consenso, pero no ha podido cerrar el tema como quería, indicaron las fuentes.
Managua y Caracas consideran que la OEA no puede imponer ninguna condición a Cuba porque se trata de corregir un error histórico.
Honduras, por su parte, según su propuesta inicial, quiere derogar la resolución que suspendió en 1962 a Cuba del Sistema Interamericano y dejar claro que la decisión de un eventual regreso a la OEA depende del Gobierno de Raúl Castro.
EE.UU., si bien apoya el levantamiento de la suspensión, no quiere aprobar ninguna resolución que no contenga una referencia a las cartas e instrumentos democráticos y de derechos humanos de la OEA.
El escollo de las negociaciones siguen siendo, por tanto, las condiciones, exigidas por unos y rechazadas claramente por otros.
La Comisión General tendrá ahora que negociar los textos, aunque serán las instancias superiores, los cancilleres en consulta con sus presidentes, las que tomarán una decisión definitiva, como es lógico tratándose de un tema tan delicado, señalaron las fuentes.
EFE
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