Ante los temores de países vecinos y organizaciones ecologistas, Japón despliega una campaña para seducir a los escépticos antes de empezar la evacuación al océano del agua tratada de la planta nuclear de Fukushima.
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se ha reunido este miércoles con vecinos de la prefectura de Fukushima para tratar de aliviar las "dudas" que él mismo reconoce que genera el vertido de agua de la central nuclear, especialmente entre el sector pesquero de la zona, y ha defendido que estos trabajos cumplen con todas las garantías necesarias.
Ya el martes, el OIEA dio el visto bueno final al vertido del agua que sigue retenida en la central, después de considerar que el tratamiento al que ha sido sometida garantiza un riesgo mínimo para la población y el medio ambiente, ya que la presencia radiactiva ha sido eliminada prácticamente en su totalidad, como viene defendiendo también el Gobierno japonés.
El plan de verter agua no solo genera dudas entre los pescadores de las zonas cercanas a Fukushima, sino que también ha desatado protestas en Corea del Sur, mientras que China ha instado a Japón a suspender su plan y ha puesto reparos sobre las garantías ofrecidas por el gobierno nipón.
Los pescadores de la prefectura de Fukushima señalaron este miércoles que el informe presentado en la víspera por OIEA es "insuficiente" y pidieron cautela ante el plan del Ejecutivo japonés de verter al mar el agua tratada de la accidentada central nuclear.
Ya el mes pasado, la federación pesquera de Fukushima expresó su oposición al plan, tal y como vienen haciendo reiteradamente en los últimos años.
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Iwaki, donde se celebró la reunión, Hiroyuki Uchida, instó al Gobierno a brindar más información que ayude a mejorar el entendimiento entre los ciudadanos y la industria pesquera de la zona.
Protestas en Corea del Sur
Las protestas y la preocupación en Corea del Sur por el plan de verter el agua radiactiva depurada de Fukushima persisten este miércoles pese a la publicación del informe del OIEA que respalda la seguridad de esa medida.
La céntrica plaza de Gwanghwamun en Seúl fue escenario hoy de la enésima protesta contra el vertido de las últimas semanas, que también se han repetido frente a la embajada de Japón en Corea del Sur, donde hace diez días la líder del liberal y opositor Partido de la Justicia, Lee Jeong-mi, anunció el inicio de una huelga de hambre a cuenta del plan de Tokio.
El principal bloque de la oposición, el también liberal Partido Democrático (PD), escenificó a su vez otra protesta hoy ante la Asamblea Nacional (Parlamento) liderada por su presidente, Lee Jae-myung, que ha hecho de la oposición al vertido de Fukushima uno de sus grandes caballos de batalla contra el Gobierno del conservador Yoon Suk-yeol.
El propio Lee restó hoy credibilidad al informe del OIEA, acusando a sus expertos de no visitar realmente Fukushima para elaborar el análisis, mientras que el líder parlamentario de la formación, Park Kwang-on defendió que el organismo "no es una agencia que analice la salud de la gente y el medio ambiente, sino una agencia que otorga importancia a la generación de energía nuclear".
Estas afirmaciones contrastan con la postura del Ejecutivo surcoreano, que hoy afirmó que respeta el informe del OIEA mientras se le acusa de mantener una actitud servil hacia Tokio, con quien Yoon ha tratado de reparar lazos aprobando un polémico plan para compensar a surcoreanos que fueron esclavizados por empresas niponas durante la II Guerra Mundial.
China pide a Japón a suspender plan de vertido
Las autoridades de China instaron el martes al Gobierno de Japón a suspender de forma definitiva su plan para verter al mar el agua tratada procedente de la central nuclear de Fukushima y han puesto en duda las garantías ofrecidas por Tokio desde que puso sobre la mesa esta iniciativa.
La portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Mao Ning, ha pedido a Japón "actuar de forma responsable" y detener la inminente "liberación del agua al océano mientras estudia otras opciones".
El embajador de China en Japón, Wu Jianghao, ha manifestado durante una rueda de prensa que el OIEA "no es la agencia apropiada para abordar los posibles efectos a largo plazo de verter el agua tratada en el medio marino" dado que es una agencia que "promueve la tecnología nuclear segura y pacífica".
Asimismo, ha expresado dudas sobre el informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que ha defendido que el plan japonés cumple con los estándares a nivel internacional, y ha puntualizado que los análisis realizados por dicho organismo han sido solicitados por las propias autoridades japonesas teniendo en cuenta únicamente la opción de verter los residuos al mar.
El embajador de China en Japón, Wu Jianghao, ha manifestado durante una rueda de prensa que el OIEA "no es la agencia apropiada para abordar los posibles efectos a largo plazo de verter el agua tratada en el medio marino" dado que es una agencia que "promueve la tecnología nuclear segura y pacífica".
El Gobierno japonés tiene previsto comenzar a verter el agua este verano, especialmente ahora que ya cuenta con el visto bueno del OIEA. El informe llega tras casi dos años de trabajo por parte de los especialistas del OIEA, que han revisado los estándares de seguridad japoneses con la vista puesta en la protección y la seguridad. (Con información de EFE, AFP y EFE)
Comparte esta noticia