Este viernes se cumple el trigésimo aniversario del comienzo del genocidio de Srebrenica —la peor masacre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial— en un contexto de negacionismo y discursos políticos que minimizan lo sucedido entre serbios y serbobosnios.
Esta semana se cumple el trigésimo aniversario del inicio de la matanza de Srebrenica, cuando más de 8300 varones bosnio-musulmanes fueron asesinados por unidades serbobosnias en lo que la Justicia Internacional calificó años después de "genocidio" y se convirtió en la mayor masacre en Europa tras la II Guerra Mundial.
El 11 de julio de 1995 las fuerzas serbobosnias irrumpieron en el enclave de Srebrenica, en Bosnia oriental, que desde 1993 tenía status de "zona protegida de la ONU", donde se habían refugiado miles de civiles bosnio-musulmanes.
En los siguientes días, más de 8300 bosnio-musulmanes, en su gran mayoría hombres y niños varones, pero también algunas mujeres y bebés, fueron asesinados.
Esta matanza fue el mayor crimen cometido durante la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992 a 1995) y también el mayor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, este drama no fue un caso aislado: el genocidio de Srebrenica fue la culminación de una campaña más amplia de limpieza étnica contra los bosníacos (bosnio-musulmanes) en Bosnia.
Por eso, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) y el Tribunal de Bosnia y Herzegovina determinaron entre 2004 y 2007 que los crímenes cometidos en Srebrenica tenían carácter de "genocidio".
Los cascos azules habían solicitado apoyo aéreo de la OTAN, pero los ataques de los aviones aliados contra las posiciones serbias fueron suspendidos ante la amenaza de los serbobosnios de ejecutar a los neerlandeses capturados.
Las fuerzas serbias sobre Srebrenica
Unos 300 cascos azules neerlandeses que debían proteger la zona no lograron ofrecer resistencia ante la irrupción de las fuerzas serbias, que habían concentrado unos 15 000 soldados en torno al enclave, donde en ese momento había unas 40 000 personas, muchas de ellas desplazados y refugiados.
Los cascos azules habían solicitado apoyo aéreo de la OTAN, pero los ataques de los aviones aliados contra las posiciones serbias fueron suspendidos ante la amenaza de los serbobosnios de ejecutar a los neerlandeses capturados.
Las ejecuciones fueron seguidas de una ocultación sistemática de las pruebas, de forma que los cuerpos a menudo fueron destrozados y trasladados a fosas comunes secundarias y terciarias.
Treinta años después serán enterrados mañana, viernes, en el cementerio del Centro memorial Potocari los restos mortales de siete víctimas, mientras que continúa la búsqueda de los restos de más de otras mil víctimas de la masacre.

Culpables del genocidio en Srebrebica
Hasta ahora, 54 personas han sido condenadas a penas de cárcel, incluidas cinco cadenas perpetuas, por delitos relacionados con el genocidio de Srebrenica.
Entre otros, el entonces presidente serbobosnio Radovan Karadzic y el comandante del Ejército serbobosnio Ratko Mladic, fueron condenados a cadena perpetua.
El principal objetivo de las fuerzas serbobosnias durante la guerra, según el TPIY, fue crear territorios serbios étnicamente homogéneos en zonas que reclamaban para un ente autónomo, que acabó siendo la actual República Srpska, uno de los dos entes en Bosnia.
El mismo tribunal declaró a Serbia culpable de no prevenir el genocidio y de haber violado la obligación de castigar a sus autores.
Según destaca el Centro memorial, el conflicto en Bosnia y Herzegovina fue clasificado por el TPIY como internacional, dada la participación directa de Serbia y el ejército serbo-yugoslavo JNA.
De hecho, dos importantes exfuncionarios serbios fueron declarados culpables en 2021 por su participación directa en los crímenes en Bosnia-Herzegovina.

Negacionismo sobre el genocidio
La Asamblea General de la ONU designó en 2024 el 11 de julio como el "Día Internacional de Conmemoración del Genocidio de Srebrenica".
El antiguo Alto Representante internacional para Bosnia Valentin Inzko prohibió en 2021 la negación del genocidio mediante una enmienda al código penal del país balcánico.
A pesar de ello, la negación del genocidio y la glorificación de los criminales de guerra persisten por parte de las autoridades de la República Srpska y Serbia.

Desde el Acuerdo de Paz de Dayton (EE.UU) en 1995 Bosnia está dividida en dos entidades territorialmente aproximadamente iguales, la Federación (bosníaco-croata) y la República Srpska (serbia).
Las dos entidades están conectadas por un gobierno central débil y el Alto Representante Internacional tiene amplios poderes como garante del acuerdo de paz.
El actual Alto Representante, Christian Schmidt, acusó en recientes informes enviados a la ONU a las autoridades serbio-bosnias -que no lo reconocen- de estar tomando pasos secesionistas que ponen en peligro el acuerdo de paz de 1995.