En Madrid, unos 3 mil manifestantes se reunieron frente a la embajada de Estados Unidos, para condenar la muerte de George Floyd, repitiendo sus últimas palabras "No puedo respirar".
Miles de españoles e italianos salieron a la calle el domingo para denunciar el racismo, sumándose a las manifestaciones celebradas en todo el mundo tras la ola de protestas desatada en Estados Unidos por la muerte de un hombre negro asfixiado por un policía blanco en Minneapolis.
En Madrid, los manifestantes, unos 3.000 según las estimaciones de la policía local, se reunieron a media jornada frente a la embajada de Estados Unidos, para condenar la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años, repitiendo sus últimas palabras "No puedo respirar".
Además, corearon los mensajes "No hay paz sin justicia" o "Vosotros los racistas, sois los terroristas".
En Roma, una espontánea manifestación congregó en la famosa Piazza del Popolo a miles de jóvenes que se arrodillaron en silencio, con el puño en alto, durante nueve minutos, el tiempo durante el cual el policía mantuvo su rodilla apoyada sobre el cuello de Floyd, hasta que éste falleció. Al levantarse, gritaron también: "¡No puedo respirar!"
En Tailandia, donde una protesta antirracista había sido prohibida, más de 200 personas participaron en un encuentro virtual, conectándose al sitio de videoconferencias Zoom para ver videos sobre el movimiento "Black lives matter" (las vidas negras cuentan) y levantar el puño contra la violencia policial.
- Arrodillados -
En Madrid, los manifestantes se arrodillaron durante un minuto de silencio en señal de protesta contra los abusos policiales contra los negros, un gesto iniciado por el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick en 2016 en un estadio cuando sonaba el himno de Estados Unidos. Luego marcharon pacíficamente hasta la emblemática Puerta del Sol, en el corazón de la capital.
Para Leinisa Semedo, una traductora de español de 26 años de Cabo Verde, "el racismo no conoce fronteras".
"He vivido en China, Portugal, y ahora en España y en todos los países donde he vivido, he experimentado discriminación debido al color de mi piel", afirmó.
En la manifestación de Roma, con muchos migrantes africanos, Michael Taylor, originario de Botsuana, acudió con toda su familia.
"Soy un africano blanco, y a veces siento miedo y el desprecio únicamente porque soy un extranjero", dijo a la AFP. "Imagínese cómo serían las cosas si yo fuera negro".
"Es realmente duro vivir aquí", declaró por su parte Morikeba Samate, senegalés de 32 años, uno de los decenas de miles de migrantes llegados a Italia tras una peligrosa travesía por el Mediterráneo. "Piensan que somos todos unos ladrones".
En Barcelona, en el noreste de España, cientos de manifestantes llenaron la plaza de Sant Jaume, donde se encuentra el gobierno regional. Con mascarillas y manteniendo su distancia, levantaron carteles en inglés para denunciar el racismo en España y Europa.
La organización Comunidad Negra, Africana y Afrodescendiente en España (CNAAE) convocó manifestaciones en diez ciudades del país, desde Pamplona, en el norte, hasta el archipiélago canario, frente a la costa occidental de África.
Otras marchas están previstas durante la jornada en Copenhague, Bruselas, Glasgow y Londres, donde el sábado una manifestación pacífica de miles de personas terminó en enfrentamientos.
El sábado, también hubo grandes concentraciones contra el racismo en Francia, Alemania, Australia, Túnez y otros países.
La indignación que provocó que cientos de miles de estadounidenses tomaran las calles para manifestarse después de la muerte de George Floyd el pasado 25 de mayo, se ha extendido progresivamente a buena parte del resto del planeta. (AFP)
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