Esto a pesar que hace dos semanas, el presidente iraní reiteró que no existía la condena a muerte y que se trataba de una campaña de propaganda en contra de Irán.
Los hijos de Sakineh Mohammadi Ashtaní, la
mujer acusada de adulterio y asesinato de su marido y que podría ser
lapidada en Irán, han pedido ayuda al Vaticano para salvar a su
progenitora.
En declaraciones a Efe, Sajad Ghaderzadeh reveló, asimismo, que consideran la posibilidad de pedir asilo político en Italia debido a las amenezas que dicen haber recibido.
"Le hemos pedido a Italia, a otros gobiernos de Europa y a todos los ciudadanos europeos que ayuden a mi madre. También hemos pedido la ayuda del Papa", afirmó.
La familia de Ashtianí ha denunciado en las últimas semanas que ha recibido varias llamadas, al parecer de miembros de los servicios secretos y de seguridad, en las que se les advertía de que podrían ser detenidos.
Meses atrás, el abogado de la acusada, Mohamad Mostafei, afirmó que Ashtianí, de 43 años, había sido condenada por adulterio y que sería ejecutada por lapidación.
El anuncio despertó una oleada de duras críticas y protestas internacionales a Irán, lo que obligó al régimen a suspender la sentencia y afirmar que se encuentra bajo revisión.
Una mujer, a la que la televisión estatal identificó como la propia Ashtianí, confesó en la pequeña pantalla días atrás haber mantenido una relación fuera del matrimonio con un hombre y haber participado en la muerte de su marido.
La supuesta condenada criticó, asimismo, la campaña emprendida por su abogado, quien también se ha tenido que exiliar al norte de Europa y se halla en Noruega.
El caso también ha abierto una agria polémica en el régimen iraní, con declaraciones contradictorias entre el ejecutivo y el poder judicial.
Hace dos semanas, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, reiteró que no existía la condena a muerte y que se trataba de una campaña de propaganda en contra de Irán.
Sin embargo, el fiscal geneal del Estado y portavoz del Poder Judicial, Gholam Husein Mohseni Ejei, aseveró la semana pasada que Ashtianí había sido ya condenada a muerte por el segundo de los dos delitos y por ello sería enviada a la horca.
"De acuerdo con la decisión del tribunal, ha sido acusada de asesinato y la pena por este delito tiene preeminencia sobre el otro de adulterio", dijo Ejei, en declaraciones divulgadas por la agencia de noticias local Mehr.
Si así fuera, significaría que Ashtianí sería castigada con la horca y no a morir lapidada, ya que la Jurisprudencia iraní contempla la soga como pena para los asesinos. EFE
En declaraciones a Efe, Sajad Ghaderzadeh reveló, asimismo, que consideran la posibilidad de pedir asilo político en Italia debido a las amenezas que dicen haber recibido.
"Le hemos pedido a Italia, a otros gobiernos de Europa y a todos los ciudadanos europeos que ayuden a mi madre. También hemos pedido la ayuda del Papa", afirmó.
La familia de Ashtianí ha denunciado en las últimas semanas que ha recibido varias llamadas, al parecer de miembros de los servicios secretos y de seguridad, en las que se les advertía de que podrían ser detenidos.
Meses atrás, el abogado de la acusada, Mohamad Mostafei, afirmó que Ashtianí, de 43 años, había sido condenada por adulterio y que sería ejecutada por lapidación.
El anuncio despertó una oleada de duras críticas y protestas internacionales a Irán, lo que obligó al régimen a suspender la sentencia y afirmar que se encuentra bajo revisión.
Una mujer, a la que la televisión estatal identificó como la propia Ashtianí, confesó en la pequeña pantalla días atrás haber mantenido una relación fuera del matrimonio con un hombre y haber participado en la muerte de su marido.
La supuesta condenada criticó, asimismo, la campaña emprendida por su abogado, quien también se ha tenido que exiliar al norte de Europa y se halla en Noruega.
El caso también ha abierto una agria polémica en el régimen iraní, con declaraciones contradictorias entre el ejecutivo y el poder judicial.
Hace dos semanas, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, reiteró que no existía la condena a muerte y que se trataba de una campaña de propaganda en contra de Irán.
Sin embargo, el fiscal geneal del Estado y portavoz del Poder Judicial, Gholam Husein Mohseni Ejei, aseveró la semana pasada que Ashtianí había sido ya condenada a muerte por el segundo de los dos delitos y por ello sería enviada a la horca.
"De acuerdo con la decisión del tribunal, ha sido acusada de asesinato y la pena por este delito tiene preeminencia sobre el otro de adulterio", dijo Ejei, en declaraciones divulgadas por la agencia de noticias local Mehr.
Si así fuera, significaría que Ashtianí sería castigada con la horca y no a morir lapidada, ya que la Jurisprudencia iraní contempla la soga como pena para los asesinos. EFE
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