El ejército israelí anunció este martes el inicio de las "incursiones terrestres" en poblados del sur de Líbano, horas después de que el movimiento Hezbolá dijera que había atacado "soldados enemigos" en la frontera entre los dos países.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó este martes su enorme preocupación por el aumento de las hostilidades entre Israel y Hezbolá y otras zonas de Oriente Medio, "con potencial de sumir a la región entera en una catástrofe humanitaria y de derechos humanos".
"Hay posibilidades reales de que la situación empeore, con terribles efectos en los civiles, y que aumente rápidamente hasta involucrar a otros Estados en la región", señaló en rueda de prensa la portavoz de la oficina de Naciones Unidas Liz Throssell.
"Una invasión a larga escala de Israel en Líbano sólo traerá mayor sufrimiento", agregó la portavoz de la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk.
Throssell recordó que en las dos últimas semanas los ataques israelíes en territorio libanés han causado la muerte de más de mil personas y cientos de miles de desplazados.
Agregó que incluso antes de la escalada de hostilidades de las últimas dos semanas decenas de miles de viviendas en suelo libanés quedaron destruidas o dañadas por ataques israelíes, que también han obligado a cerrar un 10 % de las instalaciones médicas del país.
Desde octubre de 2023 al menos 51 profesionales sanitarios han fallecido en ataques, 14 de ellos en los últimos dos días, subrayó Throssell.
"Las partes en conflicto deben distinguir claramente entre objetivos militares y civiles, y hacer todo lo posible por proteger las vidas de los civiles", afirmó la portavoz.
También subrayó que el alto comisionado Türk ha urgido a las partes en conflicto a iniciar conversaciones para poner fin a la "actual ola de destrucción y violencia que parece no tener fin". (EFE)
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