El aumento de la temperatura está descongelando el Ártico y esto propicia el aumento de las embarcaciones por lugares impracticables.
Un estudio de las universidades de Estados Unidos, Washington y Alaska Fairbanks, reveló este lunes que los mamíferos como la ballena beluga, el narval y la de Groenlandia están en peligro por la circulación creciente de barcos en el Ártico.
El Ártico tiene cada vez zonas más libres de hielo. Los investigadores prevén que el hielo marino siga disminuyendo debido al cambio climático y que el tráfico estacional de buques de turismo y transporte de mercancías vaya en aumento por sitios antes impracticables.
La autora principal de la investigación, Donna Hauser, dijo que "los buques y las ballenas no siempre casan bien", en relación con los datos que tienen de regiones más templadas. Este tipo de embarcaciones están preparadas para expandirse por el Ártico, que es una región sensible.
El estudio se centra en 80 subpoblaciones de los siete mamíferos marinos que viven en el Ártico e identificó sus riesgos en las principales rutas marítimas o cerca de ellas durante septiembre, un mes en el que ese océano tiene la mayor parte de sus aguas abiertas.
El narval, un cetáceo de la familia Monodontidae con un largo colmillo en la frente, es, según los datos, el mamífero marino más vulnerable, pues usa el Paso del Noroeste para migrar hacia y desde su hábitats de verano.
La tarea pendiente
Este animal reúne todo los requisitos que "le hacen vulnerables ante las molestias creadas por los buques", entre ellos que vive en una zona reducida y en medio de las rutas de navegación, o que "son bastante inflexibles" sobre los lugares donde pasan el verano, señalo otra de las autoras del texto Kristin Laidre.
Sin embargo, los expertos consideran que especies como las focas anilladas y barbudas serán menos vulnerables porque sus poblaciones son más numerosas y ampliamente distribuidas, así como los osos polares, que durante ese mes de septiembre están principalmente en Tierra.
Este estudio, según los autores, puede ayudar a crear futuras directrices y dar prioridad a determinadas medidas para proteger a los mamíferos marinos e identificar las áreas en que se debe profundizar.
Laire consideró que se podría intentar desarrollar algunas estrategias de mitigación en el Ártico para ayudar a los barcos a evitar los hábitats fundamentales, ajustar sus viajes teniendo en cuenta la migración de los animales y hacer esfuerzos para minimizar la contaminación acústica.
(Con información de EFE).
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