El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegó a Israel el domingo, después de que Israel lanzara a inicios de la semana un ataque sin precedentes contra Qatar, dirigido a altos dirigentes de Hamás. Aunque Rubio afirmó que el presidente Donald Trump “no está contento” con que Israel atacara a un aliado de Estados Unidos, no se espera que la ofensiva afecte los lazos entre Washington y Tel Aviv.
El secretario de Estado Marco Rubio emprendió una visita a Israel este domingo, tras reiterar el apoyo inquebrantable de la administración Trump a su aliado en la guerra contra Hamás, después de un ataque en Qatar que suscitó amplias críticas hacia Israel.
El viaje se produce luego de que el presidente Donald Trump reprendiera a Israel por el ataque sin precedentes contra líderes de Hamás reunidos en un barrio de lujo de Doha el martes.
Fue el primer ataque israelí contra Qatar, aliado de Estados Unidos, lo que ha tensado aún más los esfuerzos diplomáticos para lograr una tregua en la devastada Gaza.
Antes de partir hacia la región el sábado, Rubio dijo a periodistas que, aunque Trump “no está contento” con la ofensiva, “esto no va a cambiar la naturaleza de nuestra relación con los israelíes”.
Sin embargo, añadió que Estados Unidos e Israel “van a tener que hablar” sobre su impacto en los esfuerzos de tregua.
Trump criticó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por el ataque, que tuvo como objetivo a dirigentes de Hamás reunidos para discutir una nueva propuesta de alto el fuego impulsada por Washington.
Netanyahu defendió la operación, afirmando el sábado que eliminar a altos dirigentes de Hamás eliminaría el “principal obstáculo” para poner fin a la guerra.
El debate sobre un alto el fuego, aún lejano tras meses de negociaciones fallidas, ocurre mientras Israel intensifica su campaña militar en la Franja de Gaza.
En los últimos días, ha aumentado los esfuerzos por tomar la Ciudad de Gaza, el mayor núcleo urbano del enclave, ordenando evacuaciones y derribando numerosos edificios altos que, según aseguró, eran usados por Hamás.
Aunque miles de personas han abandonado la ciudad, según el ejército israelí y Hamás, muchas más permanecen allí.
A finales de agosto, la ONU estimó que alrededor de un millón de personas seguían viviendo en la ciudad y sus alrededores, donde declaró una hambruna provocada por las restricciones israelíes a la ayuda humanitaria.
Bakri Diab, que huyó del oeste de la ciudad de Gaza hacia el sur, relató que los bombardeos continuaban allí también.
“Todo lo que ha hecho la ocupación es obligar a la gente a hacinarse en lugares sin servicios básicos ni seguridad”, dijo el padre de cuatro hijos, de 35 años.
"Un obstáculo"
Netanyahu y su gobierno han desafiado la crítica internacional durante casi dos años de guerra, pero esta aumentó esta semana.
El viernes, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente a favor de reactivar la solución de los dos Estados, en abierta oposición a la postura israelí.
Aliados de Israel como Reino Unido y Francia, junto con otras naciones occidentales, planean reconocer el Estado palestino en una reunión de la ONU este mes, exasperados por la conducta israelí en Gaza y en Cisjordania ocupada.
Londres y París, junto con Berlín, también pidieron detener de inmediato la ofensiva en la ciudad de Gaza.
No obstante, Israel conserva el respaldo de su aliado más poderoso y principal proveedor de armas: Estados Unidos.
Antes de la visita de Rubio, el portavoz del Departamento de Estado, Tommy Pigott, dijo que el jefe diplomático mostraría “nuestro compromiso de combatir acciones antiisraelíes, incluyendo el reconocimiento unilateral de un Estado palestino que premia el terrorismo de Hamás”.
“También subrayará nuestros objetivos compartidos: garantizar que Hamás nunca vuelva a gobernar Gaza y traer a casa a todos los rehenes”, añadió.
En el ámbito interno, los opositores al gobierno de Netanyahu han presionado para que se ponga fin a la guerra a cambio de la liberación de los rehenes israelíes retenidos en Gaza.
El sábado, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos acusó al primer ministro de ser el “único obstáculo” para liberarlos y de sabotear repetidamente los intentos de alcanzar un alto el fuego.
De las 251 personas secuestradas por militantes palestinos en octubre de 2023, 47 permanecen en Gaza, incluyendo 25 que, según el ejército israelí, están muertas.
"Pasividad alarmante"
Brian Katulis, investigador del Middle East Institute, afirmó que es poco probable que Rubio presione a Israel hacia un alto el fuego.
“Hay una pasividad alarmante a la hora de lograr un cese al fuego en Gaza”, dijo Katulis, que trabajó en política de Medio Oriente bajo el expresidente Bill Clinton.
“La administración parece estar escuchando más a su propia base de Huckabees y otros cristianos evangélicos aliados con la derecha israelí”, añadió, en referencia al embajador estadounidense en Jerusalén, Mike Huckabee, pastor bautista.
En Jerusalén, Rubio visitará el Muro de los Lamentos junto a Netanyahu este domingo, según la oficina del primer ministro israelí.
La guerra comenzó con el ataque de Hamás en octubre de 2023 contra Israel, que dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, según el gobierno de Israel.
La campaña de represalia israelí en Gaza ha matado al menos a 64.803 personas, también en su mayoría civiles, según cifras del ministerio de Salud en Gaza, controlado por Hamás, que la ONU considera fiables.