Cada cierto tiempo, la organización Mars Society selecciona a jóvenes promesas en el sector espacial y organiza una simulación en su base de investigación en el desierto de Utah, en Estados Unidos. En esta ocasión le ha tocado a una tripulación con tres latinoamericanos.
Para cuando los humanos comencemos a vivir en Marte habremos necesitado mucha información. No solo sobre los detalles técnicos, sino la biología y la psicología ¿Cómo podrían interactuar las tripulaciones sometidas a condiciones duras y peligrosas? Aunque las agencias espaciales ya están haciendo estas investigaciones, también existe una organización llamada Mars Society que realiza esta tarea de manera independiente.
Cada cierto tiempo, Mars Society (a través de sus capítulos nacionales alrededor del mundo) selecciona a jóvenes promesas en el sector espacial y organiza una simulación en su base de investigación en el desierto de Utah, Estados Unidos, llamada Mars Desert Research Station (MDRS). En esta ocasión le ha tocado a una tripulación con tres latinoamericanos y uno de ellos es una peruana.
Precisamente, se trata de la comandante de tripulación: la peruana Camila Castillo, quien se especializa en ecología microbacteriana. Dentro de la simulación, el proyecto busca desarrollar un software que ayude a el análisis morfológico de las características macroscópicas de bacterias: “tomar una foto a una placa de cultivo y que mi programa pueda botarme las características morfológicas de las colonias”, menciona la investigadora.
El ingeniero de la tripulación es el colombiano Camilo Zorro, cuya labor se concentra en el desarrollo de simuladores de trajes espaciales. En esta ocasión realizará un estudio etnográfico, donde “se busca estudiar el comportamiento y la práctica de individuos y grupos sociales”.
Por último está el mexicano Héctor Palomeque. Él es investigador de ingeniería bioquímica, especialista en microbiología, biología molecular y biotecnología. Actualmente trabaja en la Agricultura Espacial.
La misión
Llamada Latam III, la misión se llevará a cabo a partir del 5 de mayo de este año. El proyecto consiste en una simulación de dos semanas, en donde cada integrante analizará áreas críticas para desarrollar herramientas que podrían ser útiles para plantar una base en Marte. Entre los campos que se estudiaran está la astrobiología, ingeniería espacial, astrofísica y psicología.
“Mi mayor prioridad es divertirme y eso implica una buena convivencia en grupo”, dice la comandante de la tripulación Camila Castillo, quien ya ha estado en una tripulación anterior. Esto puede resultar complicado pues los expertos conviven en un ámbito donde todos buscan ser profesionales y serios.
El ingeniero de la misión, Camilo Zorro confiesa que “será una experiencia enriquecedora desde un aspecto humano, puesto que "estaremos en un ambiente con recursos limitados y donde el trabajo en equipo será un elemento fundamental para el desarrollo exitoso de la simulación”.
“Siempre he sido partidaria de ‘tenemos que soltarnos un poco’ porque así viene más la creatividad. Especialmente en un contexto académico donde estamos buscando creatividad”, expresa Castillo.
“Nuestro objetivo final es el espacio, pero en el camino hay muchísimos beneficios para la población en general”. Para que ocurran avances en el sector espacial, no es necesario realizar salir de la Tierra. El proyecto de generar cultivos en ambientes áridos, de igual manera puede aplicarse en más lugares del planeta.
La científica peruana asegura que “con creatividad, ingenio y un poco de ganas, uno puede hacer cosas muchos más interesantes de lo que está acostumbrado”. “Un estudio espacial no requiere un montón de plata, tampoco que hagas cohetes. Solo requiere ingenio, que encuentres tu lugar y tengas ganas de hacerlo”, concluye Castillo.
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