Un estudio de la Universidad de Colorado publicado recientemente también apunta a que el número de muertes relacionadas con el embarazo puede incrementar en un 21 % con leyes de este tipo, debido a posibles complicaciones de la propia gestación.
Las nuevas leyes que restringen el acceso al aborto en algunos estados de EE.UU. no sólo han encontrado oposición política sino también la crítica de parte de la comunidad médica porque "ponen en peligro" la salud de las mujeres que quieren interrumpir su embarazo.
Así lo aseguró en una entrevista con Efe la doctora Rashmi Kudesia, una ginecóloga que tiene una clínica de fertilidad en Houston, en Texas, estado en el que una nueva y polémica legislación prohíbe la mayoría de interrupciones del embarazo después de las seis semanas, incluso en casos de violación o incesto.
Florida siguió esta semana los pasos de Texas y presentó el primer proyecto de ley para restringir el derecho al aborto de una manera similar en su estado, cuyas dos cámaras legislativas están en manos del Partido Republicano.
Para Kudesia, estas normativas son "muy peligrosas" porque dificultan tener un aborto "seguro y saludable" y provocan que más mujeres "intenten poner fin a los embarazos no deseados por su cuenta".
Un estudio de la Universidad de Colorado publicado recientemente también apunta a que el número de muertes relacionadas con el embarazo puede incrementar en un 21 % con leyes de este tipo debido a posibles complicaciones de la propia gestación.
CONTACTO CON PAREJAS VIOLENTAS
Además de los riesgos directamente asociados al embarazo no deseado, el Centro Afiya, una organización para la justicia reproductiva de Dallas (Texas), también denunció que tener un hijo en esas circunstancias incrementa las posibilidades de que las mujeres afectadas se vean obligadas a mantener contacto con una pareja violenta.
"Es más probable que permanezcan en contacto con una pareja violenta, lo que las pone a ellas mismas y a sus hijos en mayor riesgo de sufrir daños", sentenció este centro en un comunicado enviado a Efe sobre la conocida como "Ley del Latido de Corazón de Texas".
El Centro Afiya aseguró también que las mujeres a las que se les niega el aborto "tienen una mayor probabilidad de estar desempleadas" y, por ende, no tener suficiente dinero para hacerse cargo de los recién nacidos.
REGRESO AL 1972
Otro médico especialista del mismo estado, el doctor Alan Brais, consideró en un artículo de opinión en el diario The Washington Post que esta nueva normativa ha devuelto a Texas al 1972, cuando se practicaban abortos clandestinos en ese estado sureño.
Un año más tarde, en 1973, el Tribunal Supremo de EE.UU. reconoció el derecho de la mujer a abortar mientras el feto no fuese viable, es decir, alrededor de las 22 semanas de gestación.
Ahora, la "Ley del Latido de Corazón de Texas" estipula que una vez que el profesional médico detecta latidos cardíacos en el feto no puede realizar la intervención, pero esto ocurre apenas a la sexta semana de embarazo.
Además, permite a ciudadanos iniciar querellas judiciales contra cualquier persona que ayude a una embarazada en la búsqueda de un aborto.
Para poner a prueba la constitucionalidad de esta normativa, el doctor Brais, que reside en San Antonio, reconoció públicamente que había realizado un aborto fuera de plazo en Texas para forzar la revisión de la nueva ley.
"Entiendo perfectamente que podría haber consecuencias legales, pero quería asegurarme de que Texas no se saliera con la suya en su intento de evitar que se revise esta ley descaradamente inconstitucional", escribió Brais.
RECOMPENSAS DE 10.000 DÓLARES POR DENUNCIAR
Sin embargo, y a pesar del fallo del Supremo en 1973, la ley de Texas promueve que ciudadanos presenten demandas civiles contra médicos que practiquen el aborto con recompensas de hasta 10.000 dólares, para así eludir esa decisión.
Este es precisamente el punto que, según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en sus siglas en inglés), crea un "clima de miedo a las fuerzas de aplicación de la ley".
"Cualquier persona de cualquier lugar puede demandar a alguien que ayude a una mujer a abortar. Esto es muy peligroso y por eso lo estamos peleando en los tribunales", dijo en declaraciones a Efe Sarah Lebowitz, directora de políticas y defensa de la ACLU en Texas.
En la misma línea se expresó la Asociación Médica de Texas (TMA, en sus siglas en inglés) al asegurar en un comunicado que esta ley "normalizará la interferencia de los 'justicieros' en la relación médico-paciente".
Mientras Texas y Florida pretenden limitar el acceso al aborto, la mayoría demócrata en la Cámara Baja estadounidense aprobó este viernes un proyecto de ley para blindar el derecho al aborto en todo Estados Unidos, una ambiciosa medida que, no obstante, afronta un futuro aciago en el Senado.
(Información de Efe)
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