El frente israelo-libanés se encendió el jueves como nunca desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá, con el lanzamiento de una treintena de cohetes desde el Líbano.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó los ataques con cohetes desde Líbano hacia Israel, dijo el jueves su portavoz, y pidió a "todos los actores" la "máxima moderación".
"Condenamos los múltiples cohetes disparados desde Líbano hacia el norte de Israel hoy. Hacemos un llamado a todos los actores para que ejerzan la máxima moderación", dijo Stéphane Dujarric a periodistas, al tiempo que reiteró la necesidad de "evitar cualquier acción unilateral que pueda conducir a una mayor escalada de la situación".
El frente israelo-libanés se encendió el jueves como nunca desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá, con el lanzamiento de una treintena de cohetes desde el Líbano que hirieron a una persona y causaron daños materiales en Israel el día de la Pascua judía.
Aumento de violencia
El estallido de violencia se produjo tras la brutal irrupción de la policía israelí en la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar sagrado del islam, en Jerusalén, durante el mes de Ramadán, a la que varios grupos palestinos prometieron responder.
Tras una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad solicitada el miércoles por Emiratos Árabes Unidos y Japón, varios miembros del Consejo expresaron preocupación por la escalada.
"Los miembros están claramente unidos en la necesidad de la desescalada y la calma en la región", declaró la embajadora de Emiratos, Lana Zaki Nusseibeh.
"Es un mes sagrado para las tres religiones. Una escalada no es del interés de nadie", insistió.
Sin embargo, los 15 miembros del Consejo no adoptaron ningún texto ni posición común.
(Con información de AFP)
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