El sumo pontífice mostró su preocupación "por las insólitas formas de violencia que empeoran los conflictos sociales y generan graves consecuencias socioeconómicas y humanitarias".
El papa Francisco se mostró preocupado por la multiplicación de las crisis políticas en países de Latinoamérica y afirmó que, aun cuando tienen raíces diferentes, tienen en común las "profundas desigualdades, por injusticias y por la corrupción endémica".
El papa hizo referencia a la situación en Latinoamérica y mencionó específicamente Venezuela durante el tradicional encuentro de principios de año con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y que sirve para hacer un análisis del año anterior y denunciar los conflictos y desigualdades en el mundo.
En su largo discurso cuando mencionó las crisis en Latinoamérica, Francisco quiso "recordar especialmente a Venezuela", para que "continúe presente el compromiso de la búsqueda de soluciones".
El papa mostró su preocupación al respecto de la situación en varios países de Latinoamérica, que no nombró, sobre todo "por las insólitas formas de violencia que empeoran los conflictos sociales y generan graves consecuencias socioeconómicas y humanitarias".
Para el pontífice, "las polarizaciones, cada vez más fuertes, no ayudan a resolver los auténticos y urgentes problemas de los ciudadanos, sobre todo de los más pobres y vulnerables, y mucho menos lo logra la violencia, que por ningún motivo puede ser adoptada como instrumento para afrontar las cuestiones políticas y sociales".
Respecto a las raíces que han generado estas protestas, el papa especificó que son diferentes, pero que tienen en común las "profundas desigualdades, por injusticias y por la corrupción endémica, así como por las diversas formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas".
Para concluir hizo un llamamiento a los líderes políticos de estos países para que "se esfuercen por restablecer con urgencia una cultura del diálogo para el bien común". (EFE)
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