Según investigación internacional, el sismo del pasado 27 de febrero no liberó toda la energía contenida.
El centro de Chile sigue expuesto a un riesgo sísmico importante y a un temblor muy poderoso que podría ocurrir después del de magnitud 8,8 que mató a más de 500 personas en febrero de 2010, advirtieron investigadores.
Geólogos investigaron una falla terrestre bien conocida, que ha originado desde 1835 seis sismos, uno de los cuales, en 1960, tiene todavía el récord mundial de violencia con una magnitud de 9,5.
Según este estudio, publicado el domingo en la revista Nature Geoscience, el temblor de Maule, en febrero pasado, no soltó todas las tensiones telúricas acumuladas a lo largo de esta falla.
El sismo habría por el contrario acentuado la presión en una zona situada en el interior de la tierra, al este y al norte de la ciudad de Concepción, consideran los investigadores.
"Podemos concluir que el reinicio de las tensiones en esta zona podría conducir a una probabilidad creciente de otro sismo mayor en un futuro cercano", advirtió el estudio, que no está en condiciones de prever cuando se presentará ese riesgo.
Tal sismo tendría una magnitud del orden de "7 a 8", precisó a la AFP el autor principal del estudio, Stefano Lorito, del Instituto Nacional Italiano de Geofísica y de Vulcanología.
"La zona del caso es muy cercana al epicentro del sismo de Maule en 2010", agregó.
Este temblor, cuyo epicentro estaba situado a 115 km de las costas de la ciudad de Concepción, desencadenó grandes olas y destruyó pueblos enteros el 27 de febrero de 2010.
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