La protesta puso el acento en los vecinos de la periferia de Sao Paulo, quienes están padeciendo las peores consecuencias de la "mala gestión" del agua.
Miles de personas salieron ayer a las calles de Sao Paulo para protestar contra el racionamiento de agua que se lleva a cabo desde hace algunos meses en esa ciudad, la mayor de Brasil, debido a la fuerte sequía que azota el sureste del país.
Esta vez la protesta puso el acento en los vecinos de la periferia de Sao Paulo quienes, como denunciaron los manifestantes, están padeciendo las peores consecuencias de la "mala gestión" del agua.
"La crisis del agua está castigando a los más pobres, quien más sufre es quien vive en condiciones precarias", sostuvo Guilherme Bolos, coordinador del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), una de las asociaciones líderes de la protesta, que según la Policía Militarizada reunió unas 8.000 personas.
Ese es el caso de María Roque de Melesa, que vive con su hija en la zona este de la capital paulista y donde, desde hace seis meses, hay racionamiento: "sólo tenemos tres horas de agua al día, a veces por la mañana y otras por la tarde", explicó a Efe.
Para denunciar casos como el de Melesa, los manifestantes se reunieron en la zona oeste de la ciudad y recorrieron los cinco kilómetros que separan la Avenida Faria Lima, donde se alojan oficinas de importantes multinacionales, y el Palacio de los Bandeirantes, sede del Gobierno regional.
Pero mientras los vecinos de Sao Paulo sufren los estragos de la falta de agua, paradójicamente las calles de la ciudad se vieron esta semana inundadas debido a las intensas lluvias veraniegas que cayeron y que, una vez más, cubrieron algunos de los barrios cuyos grifos siguen secos.
Sin embargo, el fuerte temporal, que dejó un muerto, dio un empuje a los reservorios.
El sistema de embalses Cantareira, el mayor de la ciudad y responsable del suministro de agua para 6,5 millones de personas, subió su nivel al 11,1 % y dejó de operar con la reserva técnica del líquido.
Las precipitaciones de los últimos meses han ayudado a aumentar el nivel de los principales embalses del estado de Sao Paulo, aunque los reservorios siguen en mínimos históricos y el Gobierno regional ya ha alertado de un posible "racionamiento drástico" a partir de marzo si la situación no mejora.
EFE
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