Estados Unidos era un país que no ofrecía sistema de salud universal, ahora dará cobertura a 95% de estadounidenses mediante una reforma que también ha sido criticada.
Estados Unidos gasta mucho más que otros países en asistencia médica, pero obtiene los peores resultados ya que deja que millones de personas corran el riesgo de perder sus casas y hasta la propia vida ante la falta de un seguro de salud.
Impulsada por el presidente Barack Obama y cuestionada por los republicanos, el proyecto de reforma de la salud que el domingo se aprobó en la Cámara de Representantes amplía la cobertura al 95% de los estadounidenses al brindar asistencia sanitaria a 32 millones más y lograr controlar los desmedidos costos.
A continuación, algunas características del sistema de salud existente, descrito por muchos como una "monstruosidad administrativa".
- Estados Unidos es el único de los grandes países industrializados que no ofrece un sistema de salud universal.
El gobierno sí provee cobertura a los ancianos y a los discapacitados por medio de Medicare, a los más pobres a través de Medicaid a funcionarios de gobierno y veteranos militares.
- Un 15,4% aproximado de la población de Estados Unidos -o 46,3 millones de personas- no tenían seguro de salud en 2008 según Census Bureau.
En la medida que unos 10 millones de esas personas no eran ciudadanos estadounidenses, el número más frecuentemente citado es el de 36 millones de personas.
- Unas 45.000 personas mueren anualmente en Estados Unidos por carecer de seguro de salud, indicó un reciente estudio de Harvard University.
- Las primas por seguros de salud proporcionadas por los empleadores se han duplicado desde el año 2000 y la mayoría de los trabajadores están gastando más de su bolsillo, al mismo tiempo que los servicios cubiertos disminuyen.
- Las cuentas médicas contribuyen a más de la mitad de las quiebras personales y a pérdidas de hogares ante juicios hipotecarios.
- Hasta ahora, las compañías aseguradoras fueron capaces de negar y hasta de revocar la cobertura de las condiciones pre-existentes en los seguros como ataques al corazón, cáncer y -en al menos nueve estados- heridas de violencia doméstica.
- El gasto total en salud de Estados Unidos ascendía en 2007 a 2,2 billones de dólares o el equivalente al 16,2% del Producto Interno Bruto de Estados Unidos. Un guarismo que lo ubica cinco puntos por encima de Francia, ubicado en segundo lugar y casi el doble del gasto del Reino Unido y de Japón.
- Per cápita los gastos de Estados Unidos están muy por encima de otras naciones industrializadas con 7,290 dólares en 2007. Eso es más de 2.500 dólares por persona que en Noruega, que se ubica en segundo lugar, y dos veces y medio más que el promedio estimado por una comisión de presupuesto del Congreso de 2.984 dólares por persona.
- Se espera que el gasto en materia de salud se eleve hasta el 25% de la economía de Estados Unidos para 2025, según una comisión del Congreso.
- Mientras que Estados Unidos se distingue en ámbitos como la atención del cáncer, está por detrás de otras naciones industrializadas en las hospitalizaciones evitables por afecciones tratables como el asma y la diabetes, demostró la comisión del congreso.
Las disparidades también conducen a altas tasas de mortalidad infantil y una menor esperanza de vida.
AFP
Impulsada por el presidente Barack Obama y cuestionada por los republicanos, el proyecto de reforma de la salud que el domingo se aprobó en la Cámara de Representantes amplía la cobertura al 95% de los estadounidenses al brindar asistencia sanitaria a 32 millones más y lograr controlar los desmedidos costos.
A continuación, algunas características del sistema de salud existente, descrito por muchos como una "monstruosidad administrativa".
- Estados Unidos es el único de los grandes países industrializados que no ofrece un sistema de salud universal.
El gobierno sí provee cobertura a los ancianos y a los discapacitados por medio de Medicare, a los más pobres a través de Medicaid a funcionarios de gobierno y veteranos militares.
- Un 15,4% aproximado de la población de Estados Unidos -o 46,3 millones de personas- no tenían seguro de salud en 2008 según Census Bureau.
En la medida que unos 10 millones de esas personas no eran ciudadanos estadounidenses, el número más frecuentemente citado es el de 36 millones de personas.
- Unas 45.000 personas mueren anualmente en Estados Unidos por carecer de seguro de salud, indicó un reciente estudio de Harvard University.
- Las primas por seguros de salud proporcionadas por los empleadores se han duplicado desde el año 2000 y la mayoría de los trabajadores están gastando más de su bolsillo, al mismo tiempo que los servicios cubiertos disminuyen.
- Las cuentas médicas contribuyen a más de la mitad de las quiebras personales y a pérdidas de hogares ante juicios hipotecarios.
- Hasta ahora, las compañías aseguradoras fueron capaces de negar y hasta de revocar la cobertura de las condiciones pre-existentes en los seguros como ataques al corazón, cáncer y -en al menos nueve estados- heridas de violencia doméstica.
- El gasto total en salud de Estados Unidos ascendía en 2007 a 2,2 billones de dólares o el equivalente al 16,2% del Producto Interno Bruto de Estados Unidos. Un guarismo que lo ubica cinco puntos por encima de Francia, ubicado en segundo lugar y casi el doble del gasto del Reino Unido y de Japón.
- Per cápita los gastos de Estados Unidos están muy por encima de otras naciones industrializadas con 7,290 dólares en 2007. Eso es más de 2.500 dólares por persona que en Noruega, que se ubica en segundo lugar, y dos veces y medio más que el promedio estimado por una comisión de presupuesto del Congreso de 2.984 dólares por persona.
- Se espera que el gasto en materia de salud se eleve hasta el 25% de la economía de Estados Unidos para 2025, según una comisión del Congreso.
- Mientras que Estados Unidos se distingue en ámbitos como la atención del cáncer, está por detrás de otras naciones industrializadas en las hospitalizaciones evitables por afecciones tratables como el asma y la diabetes, demostró la comisión del congreso.
Las disparidades también conducen a altas tasas de mortalidad infantil y una menor esperanza de vida.
AFP
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