Población se encuentra atrincherada en sus casas ante lo que consideran una ofensiva definitiva de milicias islamistas en la capital.
Al menos 65 personas murieron y cientos resultaron heridas en los duros combates registrados este sábado y domingo en Mogadiscio entre las fuerzas de seguridad somalíes y la milicia islamista de Al Shabaab, que asegura controlar el norte de la ciudad en su ofensiva final para apoderarse de la capital.
"Es una lucha terrible y la gente está completamente aterrorizada, los soldados fueron expulsados de dos posiciones estratégicas, una de ellas es el estadio nacional, que ahora está en manos de Al Shabaab", declaró un periodista local a la cadena de información estadounidense CNN.
Los habitantes de la capital somalí están atrincherados en sus casas ante lo que creen es la ofensiva definitiva de las milicias islamistas en la capital, según informó la agencia de noticias Europa.
En tanto, el alto responsable de la milicia islamista Mohamed Ibrahim Bilal, confirmó el asalto al estadio. "Hemos matado a un número incontable de combatientes del Gobierno y de islamistas moderados. Sus cuerpos están tirados en las calles", indicó. "El norte de Mogadiscio está bajo nuestro control. Hemos expulsado a los soldados de cinco posiciones clave, entre ellas el estadio de fútbol de Mogadiscio", añadió Bilal.
La situación actual en Somalia, con casi dos décadas sin gobierno efectivo, es consecuencia directa de la expulsión, en diciembre de 2006, de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), una coalición de islamistas que gobernaba la capital, y que fue derrocada por fuerzas militares conjuntas etíopes y somalíes.
Los supervivientes de la UTI se reconvirtieron en una aguerrida insurgencia con creciente poder que durante los dos últimos años se fue apoderando de grandes áreas del país africano, entre ellos el puerto de Kismayo y Baidoa, habitual sede del Gobierno de transición, que ahora ejerce sus funciones en países vecinos como Yibuti.
La milicia Al Shabaab (El Partido de la Juventud) es el ala más radical de la UTI. Liderada por Aden Hashi Farah, también conocido como "Eyrow", se caracteriza por introducir tácticas de insurgencia inéditas en el conflicto en Somalia, como los atentados suicidas.
Analistas internacionales creen que poseen estrechas conexiones con los algunos grupos de piratas somalíes, que les sirven como fuente de financiación.
-ANDINA
"Es una lucha terrible y la gente está completamente aterrorizada, los soldados fueron expulsados de dos posiciones estratégicas, una de ellas es el estadio nacional, que ahora está en manos de Al Shabaab", declaró un periodista local a la cadena de información estadounidense CNN.
Los habitantes de la capital somalí están atrincherados en sus casas ante lo que creen es la ofensiva definitiva de las milicias islamistas en la capital, según informó la agencia de noticias Europa.
En tanto, el alto responsable de la milicia islamista Mohamed Ibrahim Bilal, confirmó el asalto al estadio. "Hemos matado a un número incontable de combatientes del Gobierno y de islamistas moderados. Sus cuerpos están tirados en las calles", indicó. "El norte de Mogadiscio está bajo nuestro control. Hemos expulsado a los soldados de cinco posiciones clave, entre ellas el estadio de fútbol de Mogadiscio", añadió Bilal.
La situación actual en Somalia, con casi dos décadas sin gobierno efectivo, es consecuencia directa de la expulsión, en diciembre de 2006, de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), una coalición de islamistas que gobernaba la capital, y que fue derrocada por fuerzas militares conjuntas etíopes y somalíes.
Los supervivientes de la UTI se reconvirtieron en una aguerrida insurgencia con creciente poder que durante los dos últimos años se fue apoderando de grandes áreas del país africano, entre ellos el puerto de Kismayo y Baidoa, habitual sede del Gobierno de transición, que ahora ejerce sus funciones en países vecinos como Yibuti.
La milicia Al Shabaab (El Partido de la Juventud) es el ala más radical de la UTI. Liderada por Aden Hashi Farah, también conocido como "Eyrow", se caracteriza por introducir tácticas de insurgencia inéditas en el conflicto en Somalia, como los atentados suicidas.
Analistas internacionales creen que poseen estrechas conexiones con los algunos grupos de piratas somalíes, que les sirven como fuente de financiación.
-ANDINA
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