Menores se encuentran solos en hospitales, pues muchos de ellos perdieron a su familia. Pequeños vagan por las calles sin comida ni protección contra la violencia y el abuso.
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) alertó de la situación que viven muchos niños sobrevivientes del terremoto, cuya identificación es difícil por la falta de datos o de familiares, si es que no han muerto, y el trauma sicológico que deberán afrontar.
Mediante un comunicado fechado en Puerto Príncipe, miembros de Unicef relatan el caso de una niña de dos años y un niño de siete que se encuentran en uno de los hospitales habilitados por la Misión de Paz de la ONU, sin heridas físicas, pero con los que no se sabe qué hacer.
La pequeña padece parálisis cerebral y llegó al hospital deshidratada y en estado de choque.
"Está tumbada en la camilla, llorando y sola, no tiene heridas graves y se podría ir a casa, pero nadie sabe cómo se llama ni por dónde empezar a buscar a su familia. Sólo tiene un papel a sus pies que dice "niña"", relatan los miembros de Unicef.
En el mismo hospital se encuentra Sean, de siete años, que llegó gritando al hospital con unos pocos arañazos y estuvo doce horas en posición fetal.
Según Unicef, las enfermeras han dicho que el pequeño ha contado que sus padres están muertos.
Los médicos no les quieren dar el alta sin saber quién se encargará de ellos, señala la organización humanitaria, que está intentando establecer dos refugios para niños como Sean y la "niña", en los que se les pueda atender mientras se busca a sus familias.
Unicef destaca que puede haber cientos, posiblemente miles, de niños en la misma situación en Puerto Príncipe, vagando por las calles o en los hospitales, sin agua, sin comida y sin protección contra la violencia y el abuso.
EFE
Mediante un comunicado fechado en Puerto Príncipe, miembros de Unicef relatan el caso de una niña de dos años y un niño de siete que se encuentran en uno de los hospitales habilitados por la Misión de Paz de la ONU, sin heridas físicas, pero con los que no se sabe qué hacer.
La pequeña padece parálisis cerebral y llegó al hospital deshidratada y en estado de choque.
"Está tumbada en la camilla, llorando y sola, no tiene heridas graves y se podría ir a casa, pero nadie sabe cómo se llama ni por dónde empezar a buscar a su familia. Sólo tiene un papel a sus pies que dice "niña"", relatan los miembros de Unicef.
En el mismo hospital se encuentra Sean, de siete años, que llegó gritando al hospital con unos pocos arañazos y estuvo doce horas en posición fetal.
Según Unicef, las enfermeras han dicho que el pequeño ha contado que sus padres están muertos.
Los médicos no les quieren dar el alta sin saber quién se encargará de ellos, señala la organización humanitaria, que está intentando establecer dos refugios para niños como Sean y la "niña", en los que se les pueda atender mientras se busca a sus familias.
Unicef destaca que puede haber cientos, posiblemente miles, de niños en la misma situación en Puerto Príncipe, vagando por las calles o en los hospitales, sin agua, sin comida y sin protección contra la violencia y el abuso.
EFE
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