Señalan que es "indispensable" una cooperación codo con codo entre China y Estados Unidos, tras la crisis financiera internacional.
El inversor y filántropo estadounidense George Soros (1930), dijo hoy en Hong Kong que la venta de armas por parte de EEUU a Taiwán "es un elemento más en una relación que ahora va en la mala dirección", pero opinó que, por sí mismo, "no es un hecho irreparable, nada lo es".
A menos que ambos países se enreden "en un juego de represalias", apostilló.
El experto financiero de origen húngaro sostuvo que, desde octubre (fecha de su última ponencia en la Universidad Europea Central de Budapest), las relaciones entre China y Estados Unidos se han deteriorado.
"Este es un asunto de gran preocupación" para todos, subrayó Soros en el auditorio de la universidad más antigua de Hong Kong, donde dio seguimiento a sus conferencias de Budapest sobre los mercados financieros, el capitalismo y el "camino hacia delante", entre otras.
El fundador del "Soros Fund Management LLC" explicó que, tras la crisis financiera, no se trata de "reiniciar el sistema" (como si se tratara de un ordenador), sino que se "necesita crear un nuevo sistema, un nuevo Bretton Woods" para lo cual es "indispensable" una cooperación codo con codo entre China y Estados Unidos.
Un problema fundamental para Soros radica en los malentendidos entre ambos países y entre China y resto del mundo "porque ninguna parte entiende los puntos de vista del otro" sobre temas como Taiwán o Tíbet.
"Es necesario que estén de acuerdo en no estar de acuerdo" al abordar estos conflictos, resumió.
El también fundador y presidente del Open Society Institute, explicó que las relaciones entre EEUU y China sufrieron un bache importante cuando Barack Obama, en su visita al país asiático, "ofreció a China tomar un rol de líder en el mundo, una responsabilidad que los líderes chinos no quieren o no pueden aceptar".
"China tiene que aceptarlo", por el bien del mundo, aseguró Soros.
Además, "el consumidor norteamericano no volverá a ser capaz de ser el motor de la economía mundial" y, aunque la economía china es mucho más pequeña que la estadounidense, Soros no dudó en que ya comienza a verse una reorientación de terceras partes hacia la fuente que ofrece impulsos positivos.
A la idea del liderazgo mundial, el defensor de la regulación de los mercados unió la necesidad de que China avance hacia una "sociedad abierta", para lo que necesita "pensamiento crítico", actualmente sólo presente entre los líderes. EFE
A menos que ambos países se enreden "en un juego de represalias", apostilló.
El experto financiero de origen húngaro sostuvo que, desde octubre (fecha de su última ponencia en la Universidad Europea Central de Budapest), las relaciones entre China y Estados Unidos se han deteriorado.
"Este es un asunto de gran preocupación" para todos, subrayó Soros en el auditorio de la universidad más antigua de Hong Kong, donde dio seguimiento a sus conferencias de Budapest sobre los mercados financieros, el capitalismo y el "camino hacia delante", entre otras.
El fundador del "Soros Fund Management LLC" explicó que, tras la crisis financiera, no se trata de "reiniciar el sistema" (como si se tratara de un ordenador), sino que se "necesita crear un nuevo sistema, un nuevo Bretton Woods" para lo cual es "indispensable" una cooperación codo con codo entre China y Estados Unidos.
Un problema fundamental para Soros radica en los malentendidos entre ambos países y entre China y resto del mundo "porque ninguna parte entiende los puntos de vista del otro" sobre temas como Taiwán o Tíbet.
"Es necesario que estén de acuerdo en no estar de acuerdo" al abordar estos conflictos, resumió.
El también fundador y presidente del Open Society Institute, explicó que las relaciones entre EEUU y China sufrieron un bache importante cuando Barack Obama, en su visita al país asiático, "ofreció a China tomar un rol de líder en el mundo, una responsabilidad que los líderes chinos no quieren o no pueden aceptar".
"China tiene que aceptarlo", por el bien del mundo, aseguró Soros.
Además, "el consumidor norteamericano no volverá a ser capaz de ser el motor de la economía mundial" y, aunque la economía china es mucho más pequeña que la estadounidense, Soros no dudó en que ya comienza a verse una reorientación de terceras partes hacia la fuente que ofrece impulsos positivos.
A la idea del liderazgo mundial, el defensor de la regulación de los mercados unió la necesidad de que China avance hacia una "sociedad abierta", para lo que necesita "pensamiento crítico", actualmente sólo presente entre los líderes. EFE
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