El video de Omram Daqneesh de 5 años, en la que se le ve ensangrentado y cubierto de polvo, dio la vuelta al mundo en agosto de 2016.
En agosto de 2016 la imagen de un niño de 5 años que había sobrevivido a un bombardeo en Alepo, se convirtió en un símbolo del horror de la guerra en Siria. La fotografía mostraba al pequeño Omram Daqneesh con el rostro cubierto de sangre y polvo y con la mirada perdida, tras haber sido rescatado de una vivienda en ruinas. Hoy, 10 meses después de que la imagen diera la vuelta al mundo, se han difundido fotografías actuales y un video del niño junto a su familia.
En las imágenes se ve al menor sobre las piernas de su padre y junto a dos de sus hermanos (su hermano mayor murió tras el bombardeo de agosto pasado), sentados en un sofá. Omram luce serio y muy tranquilo mientras su padre habla con la periodista. Otras tomas lo muestran interactuando con uno de sus hermanos y sonriente.
La entrevista fue subida a Facebook por Kinana Allouche, una controvertida reportera cercana al régimen de Bachar Al Asad, quien el año pasado generó polémica al compartir selfies con cadáveres de rebeldes sirios en sus redes sociales. En la conversación, el padre de Omram asegura que los rebeldes alzados contra Al asad tratan de intimidar a su familia, pero que él no tiene intención de abandonar Siria.
Esta declaración ha sido puesta en duda por Valerie Szybala, de la ONG Syria Institute, quien afirma que es muy probable que la familia hay sido presionada por el régimen. "Ahora están bajo control gubernamental y sabemos que es un gobierno que arresta y tortura a aquellos que se oponen de forma pública a él. Para mí, la situación parece sugerir que están probablemente coaccionados", dijo a la Fundación Thomson Reuters, según el portal Verne.
Las imágenes que dieron a conocer a Omram Daqneesh el año pasado, tras la destrucción de su casa en el barrio de Al Qatergui, habían sido difundidas por el Centro de Información de Alepo, un grupo de activistas opuesto al Gobierno de Al asad. En esa ocasión se informó que el niño había resultado herido por las fuerzas rusas o sirias.
El video mostraba a uno de los miembros de la Defensa Civil saliendo de entre los escombros de la vivienda con el niño en brazos, entre los gritos habituales de "Alá es grande" y "ya haram" (qué pecado, en alusión al bombardeo). Luego, Omram, con pantalón y camiseta corta, aparecía sentado dentro de una ambulancia, mientras miraba desconcertado a su alrededor. El pequeño se tocaba la cara herida y luego observaba su mano manchada de sangre. El gesto impasible con el que después restregó su mano contra el asiento para limpiarse, asombró y conmovió al mundo.
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