Durante la conmemoración del cuadragésimo aniversario de la reforma y la apertura de China, el presidente Xi Jinping dijo que su país ha dado "pasos decisivos para hacerse más rico y más fuerte".
El presidente chino, Xi Jinping, reivindicó la fuerza de China en el mundo y advirtió de que "nadie está en posición de dictar al pueblo chino lo que debería hacer" durante la conmemoración del cuadragésimo aniversario de la reforma y la apertura del país asiático.
En un discurso en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, Xi aseguró además que el país no cesará su proceso de apertura al exterior y que China "seguirá inquebrantable el camino del socialismo con características chinas".
Xi justificó estas políticas porque, en estas últimas cuatro décadas, "el país se ha despedido de los problemas que plagaron a su gente durante miles de años, incluidos el hambre, la escasez y la pobreza".
Todo esto, según Xi, "gracias al desarrollo de la democracia socialista" y a las políticas del Partido Comunista (PCCh) que "ha mejorado su liderazgo y ganado una gran victoria en su lucha contra la corrupción".
"La apertura ha traído progreso"
El presidente chino no desaprovechó la ocasión de ondear la bandera nacionalista y aseguró que "no hay un libro de texto con reglas de oro para guiar la reforma y el desarrollo de China, un país de más de 5.000 años de historia y más de 1.400 millones de personas".
"La apertura ha traído progreso", recalcó Xi, y añadió que el país ha dado "pasos decisivos para hacerse más rico y más fuerte", "aumentado su influencia internacional", y ha "contribuido ampliamente al desarrollo global" en estos últimos 40 años.
"Reforzaremos el desarrollo de la economía estatal mientras guiamos el desarrollo de la economía privada", dijo Xi en un discurso marcado por las crecientes presiones para que el país acelere sus reformas y mejore el acceso a las empresas extranjeras en medio de las negociaciones comerciales con Estados Unidos.
Con motivo del cuadragésimo aniversario de esta transformación, el país asiático ha estado alardeando de su progreso con un gran despliegue propagandístico en el que ha atribuido la mayor parte del mérito a Xi, pese a que tomó las riendas del partido a finales del 2012 y del Gobierno en 2013.
EFE
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