Una niña guatemalteca de siete años y su padre cruzaron México hacia Estados Unidos durante una semana. En la frontera, ambos fueron detenidos por una patrulla y 48 horas después, la niña murió tras padecer fiebre y vómitos. Este caso ha causado conmoción en EE.UU.
Una niña guatemalteca de siete años detenida por la policía de frontera del estado de Nuevo México falleció bajo custodia de las autoridades estadounidenses, un caso que ilustra la dramática realidad de miles de niños que entran ilegalmente a Estados Unidos con sus padres.
Jakelin Ameí Rosmery Caal Maquin es el nombre de la niña, que el pasado 3 de diciembre cumplió siete años. Un cumpleaños que lo pasó junto a su padre en medio de las zonas desérticas que los migrantes deben atravesar para llegar a la frontera de Nuevo México con Estados Unidos.
Ella y su padre habían llegado desde el norte de Guatemala para pedir asilo en Estados Unidos. El jueves 6 de diciembre finalmente lograron llegar para entregarse a las autoridades de la frontera. Al parecer habían logrado su objetivo pero Jakelin ya no pudo acompañar más a su padre. Murió dos días después luego de permanecer detenida en el Departamento de Seguridad Interior (DHS).
Una trágica travesía
La información recogida por el diario El País, a través de una declaración de Tekandi Paniagua, el cónsul de Guatemala en Del Río, Texas, da cuenta que el padre y su hija emprendieron su viaje el viernes 30 de noviembre. “Dice que estuvieron viajando una semana”, asegura Paniagua, quien que ha entrevistado al padre.
Los coyotes los llevaron junto a otro grupo hasta la frontera entre Chihuahua y Nuevo México. “Les dijeron que caminaran hasta un muro. Ellos llegaron a un muro y lo rodearon hasta que vieron una zona en la que ya no había. Pasaron tres alambradas”, precisa el cónsul.
Luego de una larga caminata fueron encontrados el jueves a las 21:45 por la patrulla fronteriza en medio del desierto, donde la temperatura oscilaba entre 1 y 2 grados. Mientras eran entrevistados en el puesto fronterizo Jackelin estaba bien. Al padre le preguntaron si la niña tenía alguna enfermedad y dijo que no. “El padre dijo que en el trayecto había estado bien”, confirmó Tekandi Paniagua.
Un cuadro de fiebre y vómitos
A las cuatro de la madrugada del viernes, el padre y su hija fueron trasladados en bus al centro de detención. En el trayecto la niña empezó a vomitar y a presentar fiebre de 40. Dos horas después la menor llegó al centro de detención pero ya no respiraba.
Ante su grave cuadro fue evacuada en un helicóptero a un hospital de El Paso en Texas, donde un escáner reveló que tenía una inflamación en el cerebro, provocándole un fallo hepático. El viernes Jakelin tuvo dos paros cardíacos y lo médicos lograron reanimarla. Sin embargo, la madrugada del sábado la niña no pudo resistir más y murió.
Tras la muerte de su hija, el hombre de 29 años fue asistido por el consulado de Guatemala, que lo ayudó con un intérprete ya que su lengua materna es el quekchí y no el español.
El último adiós a su hija
El cónsul de Guatemala en Del Río, Tekandi Paniagua, dijo al diario El País, que tras la muerte de su hija, Nery Gilberto Caal se encuentra “muy afectado” y menciona a Dios constantemente. Los agentes lo dejaron solo en una habitación para luego liberarlo el lunes 10 diciembre por razones humanitarias.
Nery Gilberto Caal ahora permanece en un albergue para migrantes en El Paso. El pasado viernes logró despedirse del cuerpo de su hija luego de que el Consulado de Guatemala en Del Río accediera a su pedido.
Estuvo unas horas junto al féretro de su hija y luego regresó a su albergue, donde ahora solo le acompañan los recuerdos de su larga travesía junto a Jakelin, el ángel que lo guiará en un país donde tendrá que empezar desde cero.
La tolerancia cero de Trump contra los migrantes
La muerte de Jakelin ha puesto nuevamente sobre la mesa las agresivas políticas del Gobierno de Donald Trump contra los migrantes, quienes continúan huyendo de la pobreza y la violencia de las maras en Honduras, Guatemala y El Salvador. Mientras Trump los llama invasores e intenta concretar la construcción de un muro en la frontera con México.
Esta tragedia que generó conmoción en Estados Unidos se produce también en un momento en que hay casi 15,000 menores extranjeros no acompañados a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Según las estadísticas estos niños pasan en promedio 60 días en estos centros.
Para la secretaria del DHS, Kirstjen Nielsen, "este es un ejemplo muy triste de los peligros de esta travesía".
(Con información de EFE y AFP)
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